Con información de Daniel Vallot, enviado especial de RFI en Reino Unido
Los londinenses ya hacen fila para despedirse de la reina Isabel II cuyo féretro ha llegado a la capital británica. Pero algunos consideran que las ceremonias fúnebres son demasiado caras para el Reino Unido, que actualmente atraviesa una grave crisis económica con el aumento exponencial de los precios de la energía.
Algunos han decidido incluso boicotear el funeral de la Reina. Es el caso de Robert, un residente de los suburbios de Londres que se identifica como republicano y que ni siquiera mirará el funeral por la televisión. Considera excesiva la magnitud de las ceremonias en esta coyuntura económica: "Es ciertamente muy inquietante ver todo esto cuando la gente va a tener dificultades para pagar sus facturas. ¡De hecho ya las tiene! No necesitamos toda esta pompa, estas procesiones, estos viajes reales por todo el país. Bastaría con algo más modesto, como por ejemplo en las monarquías escandinavas o en los Países Bajos", dijo al micrófono de RFI.
‘La monarquía es buena para los negocios’
Este funeral ya se perfila como el más caro de la historia. Pero no hay nada escandaloso en ello, dice Mark, otro londinense. "Sí, cuesta dinero, ¡la familia real cuesta dinero! Pero eso no es una razón. Cuando uno piensa en lo que nos ha dado la monarquía, la reina en particular... Creo que no es demasiado", estima el hombre.
Segú un argumento recurrente de los defensores de la monarquía británica, la familia real sí cuesta dinero -50 millones de euros al año- pero aporta aún más al país gracias a los ingresos derivados del turismo, pero no sólo, explica Andy, un empresario que se presenta como monárquico moderado. "Es una marca conocida en todo el mundo y es un argumento de venta para las empresas británicas. La monarquía no es sólo turismo, también es buena para los negocios", dice.
Sean críticos o no de la monarquía, los británicos están de acuerdo en una cosa: el nuevo rey tendrá que reducir el estilo de vida de la familia real. Pero eso será después del funeral del 19 de septiembre.
En agosto, la inflación alcanzó el 10% en el Reino Unido, el nivel más alto desde hace cuarenta años. Y los precios de la energía han subido casi un 300% desde octubre de 2021. Este aumento es tan drástico que miles de británicos se han unido en un movimiento "No pagues" y amenazan con no pagar su próxima factura de la luz.