Desde San Vicente del Caguán hasta Curillo, pasando por los municipios de La Montañita, El Paujil, Doncello, Puerto Rico, Cartagena del Chairá, Milán, Solano, Morelia, Valparaíso, Belén, San José del Fragua, Albania, Solita y Florencia, en una manifestación simultánea sin precedentes en la historia del departamento, el pasado viernes El Caquetá le dijo NO a las petroleras.
Después de los violentos disturbios que se presentaron en los municipios de Valparaíso, Doncello, El Paujil y La Montañita, las fuerzas vivas del Caquetá se unieron en un objetivo común: la protección del agua y el territorio.
Los campesinos que se han declarado en resistencia civil contra las petroleras, que ya han puesto varios heridos en las confrontaciones con la fuerza pública, en especial El ESMAD, que también tuvo un herido a machete, se lanzaron a las calles acompañados de los ambientalistas, de La Mesa Departamental del Agua creada por La Asamblea del Caquetá y por la ciudadanía en general, para exigirle al gobierno la revocatoria de todas las licencias de exploración y explotación en el departamento.
El Ingeniero Esteban Cabuya Parra, uno de los más acérrimos defensores del agua en la región, dijo que con esta marcha de protesta El Caquetá se está solidarizando con los campesinos y los indígenas que en los últimos 15 días han recibido una arremetida por parte de la fuerza pública y las petroleras, y como protesta contra el gobierno nacional que ha concesionado 43 bloques petroleros en la región y tiene 16 más en lista.
El Diputado Arturo Mayorga, uno de los abanderados de la defensa del agua y el territorio, dijo que desde hace más de 2 años se viene luchando contra la locomotora minero energética del gobierno nacional buscando que escuche al pueblo caqueteño y anunció la creación de una comisión de alto nivel que estará el 15 de septiembre en Florencia analizando la crisis que se presenta.
Los caqueteños desestiman los argumentos de Ecopetrol y en general de las petroleras, no aceptan que su departamento, uno de los más ricos en biodiversidad lo conviertan las multinacionales en un desierto y están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias en sus protestas como dicen los voceros campesinos; por lo pronto su grito unánime es un NO a las petroleras.
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