Recién inició la pandemia en abril de 2020, la médica cirujana Claudia Ardila tomó las riendas de la gerencia de Subred Centro Oriente que responde por los hospitales de Santa Clara, La Victoria, San Blas, Rafael Uribe, San Cristóbal y 25 unidades más. De inmediato, Ardila se hizo cargo del hospital de Corferias —iniciativa de la alcaldesa Claudia López— en el que se invirtió más 17 mil millones. A pocos meses de su inauguración el hospital transitorio se desmontó y el chicharrón le quedó a Ardila quien tuvo que responder por la cuantiosa inversión y los pocos resultados que dio.
En el ojo del huracán, Ardila fue suspendida en marzo de este año durante tres meses por la Personería de Bogotá por no responder a las denuncias que hizo en su contra el Concejo de Bogotá. Entre ellas estaba el ocultar información sobre una fiesta que tuvo lugar en el hospital de Santa Clara, denuncias de acoso laboral, irregularidades en contratación y ausencia protocolos de bioseguridad para que el personal de salud atendiera la emergencia sanitaria.
Tras culminar el periodo de suspensión y volver a asumir su cargo esta semana, Ardila es denuncia una vez más por el Consejo de Bogotá ante la Personería y Procuraduría debido al caos administrativo en la Subred Centro Oriente. En julio de 2020, se habrían manipulado documentos en los procesos de selección por lo que la Contraloría mandó el caso a revisión a la Fiscalía General de la Nación. Además, la Subred carece de un plan anual de mantenimiento de infraestructura y al personal de salud no se le han pagado horas extras.
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