En el mundo que llamamos “civilizado” nadie puede estar de acuerdo con la invasión de la que ha sido víctima Ucrania por parte de Vladimir Putin. Hemos visto una guerra de “toche contra guayaba madura” como decimos coloquialmente. Ucrania acorralada y resistente con una valentía admirable. No están dispuestos a rendirse y aunque los rusos seguramente los superarán en fuerza, la dignidad del pueblo ucraniano se mantendrá intacta. No se puede creer que, en este siglo, se recurra a guerra como forma de resolver los conflictos entre seres humanos.
La cultura, entre otras muchas otras razones existe, para señalar y evidenciar las atrocidades de este mundo, en especial la violencia, las desigualdades, los conflictos.
En Colombia tenemos a la artista que, posiblemente, más ha trabajado el tema: la Maestra Doris Salcedo. Su obra reciente y emblemática Contra Monumento / Fragmentos realizada con las armas de los desmovilizados de las Farc, es, tal vez, el retrato vivo de lo que nos pasó: una singular representación en un espacio frio y conmovedor. Para no repetir y para no olvidar. A lo largo de toda su carrera como escultora, y desarrollando una rigurosa labor de investigación, ha adelantado un complejo trabajo en torno a la violencia política y al sufrimiento de aquellos que han quedado excluidos de condiciones de vida digna. Recuerdo muy bien otro de sus montajes escalofriantes en el Palacio de Cristal en el Parque del Retiro en Madrid denominado Palimpsesto. Esa obra se refería a los miles de emigrantes fallecidos en el Mediterráneo y en el Atlántico persiguiendo una vida mejor y buscando libertad. A medida que se recorría, brotaba agua del piso y poco a poco formaba los nombres de los miles de desaparecidos los cuales se borraban mientras florecía otro más allá que también posteriormente se borraba. Imagino la ingeniería hidráulica tan compleja requerida para semejante montaje. Colas y colas de personas de todas partes del mundo para admirar la creación magistral de la Maestra Salcedo.
También hemos apreciado la obra de Jesús Abad Colorado y sus magníficas fotografías con los rostros tristes de la guerra y del desplazamiento que, conmueven hasta las lágrimas. Es capaz de captar y transmitir todo el dolor al que se han visto sometidas las comunidades campesinas y los más pobres de este país. Sin miedo, Jesús Abad ha recorrido el territorio dejando huella y su lente ha sido testigo de todo tipo de atrocidades.
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Uno de los casos más emblemáticos fue la carta de la pianista Gabriela Montero, residenciada hoy en Estados Unidos, contra el régimen de Maduro
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De otra parte, existen pronunciamientos contundentes, contra sucesos que acontecen en sus países parecidos a los que hoy vive Ucrania. Uno de los casos más emblemáticos fue la carta de la pianista Gabriela Montero, residenciada hoy en Estados Unidos, contra el régimen de Maduro donde además hizo un llamamiento a colegas músicos para que se pronunciaran en contra de lo que sucede en Venezuela. En cada presentación reiteraba una y otra vez sus denuncias y con una valentía asombrosa criticaba el régimen dictatorial de Nicolas Maduro. Así podríamos listar muchos otros casos.
Estas obras y estos pronunciamientos han sido creados y realizados en libertad plena.
Recientemente teatros del mundo solicitan a los artistas rusos pronunciarse en contra de Vladimir Putin. Y cuando se niegan a hacerlo son retirados de las temporadas y cancelada su participación. Esto me parece arbitrario e injusto contra ellos.
Esa fue la solicitud que le hiciera la Opera de Nueva York a Anna Netrebko; ella se negó a hacerlo y prefirió darse ella misma de baja de las próximas presentaciones en el Metropolitan de Nueva York. La han acusado de apoyar a Putin y ha sido vulnerada en su más estricto derecho a no querer manifestarse. Una persona a quien no conozco escribió en un chat del cual hago parte “Mi profesor Rubio Llorente decía que la libertad que necesita pedir permiso no es libertad”. No podemos llegar a los extremos de exigir a los artistas que adopten obligadamente posturas en favor o en contra de una circunstancia, o de un país. Habrá quienes desean ejercer su más estricto derecho de mantenerse al margen y no por ello debe privarse al mundo de voces tan excepcionales y de artistas tan virtuosos como la Netrebko.