«El lugar funciona como centro de tortura. Ahí es donde tienen perros entrenados para atacar a las personas. Ahí es donde desmiembran a las personas, utilizan herramientas como machetes, cuchillos. El que manda en ese edificio es alias ‘Caballo’ que es el encargado de esas tareas de desmembrar. El edificio está totalmente deteriorado, no hay luz, incluso en el día es casi imposible ingresar por la oscuridad, fuertes olores y escombros en el piso», este es uno de los testimonio con que se orientó la Fiscalía para determinar si el “mito” de que en las entrañas de la temible olla yacen fosas comunes era cierto o no.
La semana pasada los investigadores que llevan semanas escuchando en declaración a criminales y víctimas que convivieron en Bronx, decidieron juntar sus indicios y ahondar en ese tema específico: los desmembramientos. Señalaron en mapas y decidieron hacer una primer verificación en terreno en un punto reiterado por las distintas fuentes. El lugar señalado está al interior de la llamada “casa verde” un edificio de cuatro pisos que alquilaba cubículos para los drogadictos, y el entierro al que apuntaban las fuentes estaría en su primer piso, bajo tierra.
Tres metros en lo profundo del suelo, por lo que algunos investigadores lo consideraron, inicialmente, improbable. No creían que en el corazón del lumpen alguien se hubiese tomado la molestia de sepultar tan profundo a una víctima. Pero la Fiscalía decidió enviar una comisión para hacer la verificación. Al lugar llegaron con maquinaria especializada y luego de dos días de excavación hallaron un primer cadáver con el que se constata que el mito es real. “Se utilizó un método que fue desmembrar el cuerpo y tratarlo de ocultar a tal profundidad, bajo unas capas de concreto y tierra. Para distraer se depositaron allí despojos de animales”, explicó el Fiscal Carlos Villamil director de la Unidad de Justicia Transicional. La vice Fiscal General agregó: “Hay evidencia, hasta el momento, de un solo cuerpo, sin perjuicio de que encontremos otros en las mismas condiciones”.
Esta es la secuencia fotográfica del trabajo hecho por el CTI para llegar hasta la fosa, cuyo cadáver fue trasladado a Medicina Legal para su identificación:
Esta lugar, conocido como “Casa Verde” es el inmueble del Bronx donde se hizo la primer excavación hallando los restos de una persona mezclados con despojos animales.
Los agentes del CTI acudieron con un mapa y marcaron con puntos verdes el lugar que les referenciaron las fuentes entrevistadas. Tras demoler la loza de concreto llevaron un perro entrenado que precisó el lugar a explorar.
Algunos investigadores no creían que bajo un piso de loza y varias capas de concreto estuvieran ocultos restos humanos.
Los investigadores usaron un georadar, o radar de penetración de tierra que les permitió anticipar si metros abajo había objetos o estructuras irregulares.
También usaron luces forenses para hallar fluidos y restos biológicos entre las capas de tierra. Tras escavar varios metros se encontraron con restos animales que se usaron para distraer el entierro humano que yacía poco más abajo.
A una profundidad de tres metros bajo tierra los investigadores hallaron el cuerpo humano tal como lo indicaron las fuentes, las mismas que sostienen que en las entrañas del Bronx hay una gran fosa donde terminaron víctimas que fueron desmembradas.
Los despojos humanos fueron incinerados con llantas y entre mezclados con concreto.
Esta es una de las piezas que se trasladaron a Medicina Legal para aislar el concreto de los restos y lograr la indentificación de la víctima, preliminarmente los hallazgos apuntan a que se trataría de un hombre de 1'90 de estatura aproximadamente.
