La sociedad francesa acaba de darle una gran lección de unidad al resto del mundo, y sobre todo a toda la humanidad, al lograr, con sus férreas y permanentes protestas, que el gobierno del presidente Macron suspenda de una vez por todas y que retire de manera definitiva una reforma pensional con la cual se pretendía ampliar la edad de jubilación, señalándonos así el camino a seguir a todos los demás.
Aunque hubo actos de violencia por parte de algunos de los protestantes, y excesos de autoridad del lado de las autoridades, las acciones terminaron desembocando en una decisión sensata, y hasta salomónica, del gobierno francés, al entender que su sociedad no está dispuesta a permitir más desafueros e injusticias por parte de quienes les gobiernan, los cuales, por lo general, terminan encontrando las soluciones en el aumento de los impuestos sobre el ciudadano del común, y exigiéndoles así, la sociedad a éstos, con sus protestas, otro tipo de soluciones administrativas, ya que están convencidas que las correcciones a los problemas financieros, que padece su país en particular, se encuentran en otro tipo de procesos, empezando por el control a la corrupción, y a la promoción de la educación y de la industrialización, antes que tener que escalar la guerra y la violencia como única solución, impulsando solo al sector de la industria militar. Siendo éste un factor parecido a como en muchas partes del planeta muchos gobiernos vienen procediendo, como sí esta fuera la mejor solución, reprimiendo con violencia las protestas, o desacuerdos, de sus propias sociedades.
Es así que, como sociedades, nos tiene que quedar en claro que debemos buscar puntos de concordancia, para alrededor de ellos reunirnos, ajenos a nuestras creencias religiosas o políticas, para poder actuar y servir de contrapoder contra unas clases dirigenciales, económicas y políticas, acostumbradas a tomar el camino más fácil y corto, el cual consiste en cargar e imponer en contra del ciudadano del común todas las responsabilidades, a partir de impuestos, mientras que ellos siguen actuando sin control, límites ni responsabilidades.
