Fonseca es un pueblo del departamento de La Guajira, que en su importancia ocupa el cuarto puesto sobrepasado por Riohacha, Maicao y San Juan. Habitan en este municipio más de 30 mil personas en más o menos 6 mil hogares (si dividimos 30 mil en un promedio de 5 personas por hogar). Fonseca, por el nombre de su patrón religioso San Agustín, se le nombró la Villa de San Agustín, pero hoy es un pueblo que se puede catalogar, textualmente, como la “Villa de las Basuras” por no decirlo de otra manera, y es que en realidad ya da vergüenza lo que está pasando. Pero lo que causa más gracia es que si miramos años atrás la situación era peor. En este pueblo, de veras, no se sabe a dónde iremos a parar.
Por cualquiera de las entradas se puede encontrar uno un mini relleno sanitario, un satélite de basuras o simplemente una nube de humo gris oscuro; humo que debe estar cargado del contaminante más fuerte creado por el hombre: la Dioxina, de eso estoy completamente seguro. Pero Fonseca puede ser quizás la punta del iceberg en un problema que es de todo el departamento. Hablo de Fonseca, pues aquí está operando el relleno sanitario de nueve municipios más de La Guajira, y que en algunas ocasiones llegan camiones del Cesar y hasta de Santander; y es precisamente aquí en Fonseca donde se ha presentado un paro social, quizás, el más largo de los últimos tiempos, en el departamento de La Guajira; para ser más precisos es en la región de Almapoque donde sus pobladores han resistido en pie de lucha más de 110 días en paro, un paro donde se está reclamando el justo derecho a la vida, el justo derecho a la salud.
La Región de Almapoque agrupa algunas de las zonas rurales de Fonseca (Los Altos Mamonal, Potrerito, Los Toquitos, Quebrachal, El Toco y San Agustín) y justo en todo el camino que conduce a estas tierras se encuentra el relleno sanitario de este municipio, que es el mismo donde llegan las basuras de nueve municipios más. Recibe entonces este municipio las basuras de prácticamente la mitad del departamento, de prácticamente la mitad la población guajira. Se está en Fonseca creando una montaña de desechos que no se recolectan ni se reciclan con el cuidado que se deben merecer.
Pero y ¿cuál es la razón del paro? La respuesta es muy sencilla: tienen basura hasta en los techos. A estas poblaciones, en compensación por ubicar allí este relleno sanitario, se les prometió pavimentar la vía que los une con el municipio de Fonseca, pues está en muy mal estado y destapada la existente, pero a la fecha llevan más de tres años y aún estamos en veremos. El alcalde dice que ya está la plata segura, pero le tira la pelota al gobernador; El gobernador dice que ya con él se comprometieron en Bogotá, pero como allá todo es lento para el departamento (y tiene justa razón el gobernador, pues sino miremos dónde está la represa de río Ranchería, la cual ya fue catalogada como un elefante blanco).
Las entradas al relleno sanitario las abren los habitantes del Almapoque cuando ellos quieren, y mientras tanto, siguen los 10 municipios incluyendo a Fonseca nadando en basura, y nadan en basura realmente, pues si utilizamos la aritmética más básica esto se puede concluir. Hagamos solo el cálculo para Fonseca: cogemos los 6,000 hogares, a los cuales no les recogen las basuras por una semana; además, digamos que en promedio hicieron 1 kg de basura al día. Sin ser un experto en matemáticas ni un gran profesional, se hicieron 6,000 kg de basura por día; es decir, 42,000 kg de basura por semana,lo que es igual a decir 42 toneladas a la semana: ¿usted se alcanza a imaginar lo que son 42 toneladas de basura, 42 toneladas de restos de comidas, pañales usados, cartón, bolsas, etc., acumuladas y descomponiéndose al frente de su hogar? Esto, precisamente, es a lo que están expuestos todos los días los habitantes de Almapoque.
Esto fue solo un ejemplo que explica lo que pasa en Fonseca cuando no recogen las basuras en una semana; que ha pasado y sigue pasando, aclaro que cada vez menos, pero ¿qué pasa en el resto de los nueve municipios más de La Guajira? Puedo entonces atreverme a decir que La Guajira vive una verdadera crisis ambiental, o que a falta de aguas en los ríos y las lluvias, mientras nuestros niños murien de hambre y desnutrición, estamos nadando en basura. Creo que esto se pudo o se puede más pronto que tarde: catalogar como una emergencia ambiental, con serias repercusiones para la salud humana, pues no me quiero imaginar cuántos de esos kilogramos quedaron en el río, en los improvisados botaderos clandestinos, o en los cultivos de pan coger y otros alimentos que llegan a nuestras casa en forma de peces, cerdos, vacas, chivos etc., o animales que terminan comiendo estas basuras que los guajiros desesperados tiramos a las calles.
Ya con esto se le suma otro pelo al gato del olvido por parte de las autoridades a este pueblo, pues Electricaribe quita la luz cuando le da la gana, el servicio de agua no es constante, las vías principales y terciarias están en mal estado, y como compensación nos quitan las regalías. Ya va a cumplir una semana otro paro, esta vez de orden departamental, por parte de los trabajadores de la salud, quienes salen a protestar, por los hospitales del departamento se van a cerrar. Aquí, en definitiva, no hay ninguna de esas autoridades terminadas en “IA” que se dé cuenta lo que pasa por estas áridas y tierras.
En Bogotá el actual alcalde perdió el puesto unos días por la situación de las basuras, y aquí ni una queja se le manda a los directores de los entes territoriales. Esperemos que esta situación mejore, pero por lo que parece en el camino que vamos, pegarnos contra la pared es lo más seguro.
¡Amanecerá y veremos!
