Sobre una vieja carreta de madera cubierta con plásticos negros y en medio de movimiento, el ruido y la suciedad de San Victorino, en el Centro de Bogotá, un grupo de venezolanos, que dicen ser odontólogos, sin la más mínima norma sanitaria, ponen brackets por 80 mil pesos.
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El grupo de extranjeros llega al lugar sobre las 10 de la mañana y mientras que algunos comienzan a atraer clientes, diciendo a los cuatro vientos, pero sin alzar mucho la voz, para que lo escuchen solamente quienes pasan por su lado que ofrecen el servicio de brackets a 80 mil, otros van alistando la carreta, donde ponen sus implementos a la espera del primer paciente.
Con la Plaza de la Mariposa atestada de personas, para ellos es fácil captar al día varios interesados en un tratamiento odontológico que en los centros médicos está entre un millón de pesos y más. Allí en la misma carreta sientan a los clientes y con pinzas y alambres y brackets y pegamento empieza la intervención odontológica.
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Los precios de los odontólogos venezolanos van desde los 80 mil pesos hasta los 200 mil pesos según el ‘trabajo’ realizado. Los retenedores es lo más barato, los ponen a 30 mil pesos. Es evidente que trabajan sin el más mínimo cuidado y sin cumplir ninguna norma de higiene y salubridad. También es evidente que carecen de los implementos necesarios para realizar procedimientos de ortodoncia.
Un total de 15 días es la garantía que les dan a las personas que se arriesgan a entrar a la carreta. Esto significa que, si en ese lapso se cae algún bracket, la persona puede regresar y se lo colocan nuevamente y totalmente gratis.
Lo más grave es que por ahorrarse unos pesos, las personas acuden a la carreta y a sitios similares improvisados, atendidos por supuestos odontólogos y la Secretaría de Salud y la Policía no ejercen control alguno sobre esta actividad que implica un riesgo para la salud pública y para los incautos que caen en las garras de inescrupulosos.
Otros costos más reales de los servicios de ortodoncia en Bogotá
En contraste con esa experiencia, nos dimos a la tarea de averiguar los costos de este tipo de intervenciones en ortodoncia en Bogotá y encontramos que la postura de unos brackets metálicos en la parte superior de la boca, cuesta 800 mil pesos y la inferior otros 800 mil pesos. El pago es de contado y si es a cuotas, cuesta 2 millones 620 mil pesos. El tratamiento total vale 4 millones 360 mil pesos y los retenedores cuestan 600 mil pesos.
Ahora, si los brackets son estéticos o transparentes, el valor es otro y colocar los dos, el inferior y el superior, cuesta cada uno 1 millón de pesos de contado y a cuotas, cuesta 2 millones 880 mil pesos. Los retenedores valen 600 mil pesos y el tratamiento total de ortodoncia cuesta 5 millones 480 mil pesos.
Como puede observarse, estos precios distan mucho respecto a los que ofrecen los informales que se han convertido en un verdadero peligro para la salud de los bogotanos.