Hace unas semanas, desde que se conoció el video en el que se ve a Julián Rojas Terán aparentemente drogado en una zona de consumo de Valledupar, el Rey Vallenato no ha dejado de ser noticia en Colombia. Primero, por ser quien es y vivir ese infierno, y segundo, por las consecuencias que ha traído para su vida la difusión de ese material audiovisual, entre ellas el ser internado en un hospital psiquiátrico de Bucaramanga, donde permanece para intentar que esta sí sea la vencida.
Cuando Rojas Terán se volvió noticia por el video grabado en la zona de El Terminalito, en Valledupar, miles de cibernautas se enteraron de primera mano de que él vive todas las secuelas que marcan a una persona metida en esta oscura realidad, que es una de las principales preocupaciones de la Organización de las Naciones Unidas “por el aumento de muertes relacionadas con el consumo de las drogas ilegales”. Una de las estadísticas de la entidad señala que “en 2017, por lo menos 585.000 personas habrían muerto (por el consumo en el mundo), un incremento notable frente a los 450.000 que hubo en el 2015”.
Y es que Rojas es consciente de dicha realidad y de que anda en el filo de la navaja. En el programa de televisión Testigo Directo de Rafael Poveda reconoció que no podía solo y por eso pidió ayuda para dejar ese mundo que no solo, en ocasiones, lo ha dejado deambulando como un zombi por las calles de la capital mundial del vallenato, sino también en la pobreza.
Precisamente el conmovedor reportaje muestra las dificultades que pasa Rojas Terán como consecuencia de su enfermedad. Por ejemplo, querer ir a darle el feliz cumpleaños a su hija y no tener ni dinero para ir, ni tener cómo comprarle un regalo e irónicamente ni un acordeón propio con el cual darle una serenata. El mundo en el que cayó, muchas veces, lo deja sin un peso en el bolsillo. Quienes lo conocen, lo afirman.
Por eso personas del mundo vallenato como Orangel "El Pangue" Maestre; el Rey Vallenato Alberto "Beto" Jamaica y la leyenda del acordeón Ismael Rudas y otros más hablaron en torno a este hecho para ayudar a salvar a Julián Rojas, ese maestro del folclor vallenato que tantas veces ha recaído en la adicción, dicen.
De acuerdo con una de las fuentes consultadas por el periodista Héctor Sarasti de Testigo Directo, una de las personas que más ha estado apoyando en estos difíciles momentos a Julián Rojas es el cantante Silvestre Dangond, quien, de acuerdo con una versión, una vez se conoció el video del escándalo lo llamó desde Miami y le reclamó: “Qué vamos a hacer contigo, Julián”. Por lo grave de la situación, Silvestre ha actuado desde bambalinas sin querer figurar. Lo hace por humanidad con un colega que lo acompañó muy recientemente en su destacado Tour Entre Grandes, en el que Julián Rojas entonó las canciones del Binomio de Oro.
Gracias al apoyo de Silvestre y al de otras personas se barajó la posibilidad de llevar a Rojas a un centro de atención para farmacodependientes en Cuba, pero parece ser que la exorbitante suma que pedían allá por el tratamiento determinó que buscaran en Colombia instituciones especializadas en la atención y dieran con la de Bucaramanga en la que permanece.
Fue el reconocido periodista sanjuanero Álvaro Álvarez quien trasladó desde Villanueva (La Guajira) hasta Bucaramanga a Julián Rojas para que fuera internado. En la actualidad, avanza en su tratamiento en ese lugar.
