Nos perdimos. Después de dar vueltas y preguntar en diferente lugares, nos enredamos entre la dirección antigua y la nueva, llamábamos por celular a Daira, líder de Amdae -La Asociación Mutual para el Desarrollo Integral y el Empresarismo- quien nos estaba esperando, pero por más que nos explicaba no lográbamos dar con la casa. Entonces, vino a rescatarnos Carlos Jiménez, cartero desde hace 15 años, para quien era muy claro nuestro destino. Y todo estuvo bien: Carlos cuida las cartas, a los perdidos como nosotros y además, conserva en su memoria las direcciones antiguas (y las nuevas). Carlos es un mapa andante.
En la puerta de la casa nos espera Daira. Ella, envuelta en un poncho, nos envuelve a nosotros con su sonrisa y un gran abrazo. Lo primero que nos cuenta es que Amdae significa camino y que a pesar de que en ocasiones debe cerrar la puerta por seguridad (varios líderes de la zona están amenazados), en esta casa caben todos. Entramos, nos encontramos con Clara y Orly, que están cosiendo; con Lucía y Lina, que están tejiendo. Daira quiere contarnos todo, quiere hacernos sentir bienvenidos. Enseguida entendemos que estas mujeres desplazadas por la violencia tejen sus historias, sonríen sinceramente y hablan sin tapujos.
Daira nos explica que Amdae ya cuenta con 1.600 integrantes, grupos de base de diferentes regiones como Tumaco, Valle del Cauca, Cauca, Puerto Tejada y de cinco localidades de Bogotá. “Todo el mundo llega aquí por referencia, nos damos a conocer de boca en boca. Cuando vienen les hacemos inducción, les preguntamos qué quieren hacer, les aclaramos que nosotros no somos una institución, sino una organización de base. Aquí al que llega le decimos: tú te ganas las cosas con trabajo y esfuerzo, porque queremos que la gente participe y se involucre”.
Crear caminos, buscar estrategias de trabajo y participar en política pública son algunas de las apuestas de la asociación en la búsqueda por la reparación de las víctimas. Actuar, no parar nunca es uno de los lemas de Daira: “No podemos sentarnos a esperar que el Estado o las entidades nos den algo, tenemos que abrirnos nuestro camino, porque queremos ser mujeres autónomas, tener un proyecto de vida, crearnos un espacio… ¡donde vamos nosotras va el palenque!