Los españoles son amargos como una toronja. Su seriedad les impide reconocer que existen pueblos alegres como el colombiano. Yerry Mina combatió los malos momentos en su Guachené natal bailando con toda la sabrosura. Esa manera de ser se vio plasmada ayer después de que metiera el gol definitorio contra el Español. Los catalanes no podían entender como el defensa podía celebrar con tanto desparpajo un gol de penalti durante un desempate. Es un gol que ni siquiera va a quedar registrado en ninguna marca o estadística. Por eso creyeron que se trataba de una burla. A Valverde, técnico del Barcelona, le encantó la celebración pero a buena parte de la prensa le pareció una exageración.
Yo me pregunto, ¿por qué los jugadores nuestros tienen que celebrar de esa manera? Coreografías, bailecitos raros. Es molesto. Yerry pecó de ingenuo. Es una copita de quinta categoría y Yerry lo único que quería era figura así sea por su baile. Patético. Ahí, de gratis, se ganó la inquina de buena parte del periodismo español