No importa la categoría del funcionario o si fue elegido o nombrado. No importa tampoco si lo prometido fue en campaña política, buscando los votos para llegar al cargo, o fue un compromiso cuando se posesiono del puesto. Lo cierto es que unos y otros pasaron a depender de la famosa frase EN ESO ESTAMOS cuando no tienen explicación alguna que disculpe su ineptitud o el incumplimiento de compromisos adquiridos con una ciudadanía que también, inexplicablemente, aun no se ha saturado del promeserismo y del nunca ver resueltos sus problemas.
Si le preguntamos al presidente Santos que paso con la reforma a la justicia tendremos como respuesta inequívoca, EN ESO ESTAMOS y también en eso esta con relación a la reforma a la educación, a la salud, a las pensiones y ni para que montarnos en una de las locomotoras tan mentadas y prometidas hace ya casi cuatro años y que no funcionaron por parte alguna
Pero si quiere que hagamos un somero balance del congreso próximo a ser cambiado o reconfirmado, obtendrá un EN ESO ESTAMOS tan grande como el del presidente .Fracasó, con vergüenza mayúscula, la reforma a la justicia que en una noche se convirtió en impunidad para los parlamentarios y otros cuantos funcionarios. Fracaso la reforma a la salud porque un, también vergonzoso número de parlamentarios, financió sus campañas con el dinero de la salud de los colombianos a través de las empresas dizque, “prestadoras” de salud (EPS, IPS, ARS) y todas las demás “eses” que compran conciencias y compromisos futuros. Fracaso la reforma a la educación en la cual no tienen interés ni el presidente, ni la ministra, soportada por el capital financiero, ni los parlamentarios que tienen bien claro que los recursos del estado son para financiar reelecciones propias y del presidente y no para la educación de los muchachos colombianos. Fracaso la reforma a las pensiones porque el pensionado en Colombia pasa a ser un don nadie, que no figura siquiera en la apetencia voraz de los aspirantes a curul. Lo único que pasó en el congreso, mire usted la ironía, fue la ley contra los borrachos al volante. Como quien dice, los borrachos salvaron la legislatura.
Y si le preguntamos al alcalde o a sus alcaldes locales en que va la movilidad de la ciudad, o la seguridad de los bogotanos, o el respeto al espacio publico, o siquiera la ejecución del presupuesto asignado, le cantaran al unísono “EN ESO ESTAMOS”. Y van pasando los años, como en el famoso bolero, y las soluciones no llegan o en el mejor de los casos se improvisan.
Afortunadamente llegó la campaña de las reelecciones para unos y otro, permitiéndoles guardar la grabación del EN ESO ESTAMOS y podrán sacar a ventilar la otra grabación, no menos conocida del AHORA SI NECESITAMOS SU VOTO PARA PODER SEGUIR SIRVIENDO SUS INTERESES.
Como diría el gringo: Now is your move…ahora juega usted. Si lo que queremos es que nos sigan premiando con las tres E ( en eso estamos) pues salga y vote pero recuerde que perdimos el derecho a exigir a protestar y a señalar a la turba de bandidos, que como sus predecesores deberían estar en la picota o en otras cárceles del país.
Déjeme darle un cifra que me aportan los mas entendidos en la materia: el costo de una campaña para la cámara de representantes fluctúa entre setecientos y mil quinientos millones de pesos.y la campaña para el senado esta entre dos mil y cinco mil millones.¿ de donde sale el dinero? del narco? de la contratación futura? de la salud? De colectas con los parientes y amigos como están afirmando algunos candidatos por la radio y la televisión sin siquiera sonrojarse? De los regalos generosos del ejecutivo que están a la orden del día con nombres propios y cifras astronómicas y escandalosas, que nos hacen reflexionar cuanto cuesta la reelección de Santos?
No son muchas las alternativas que tenemos pero nos queda una importantísima, vote de la mano con su conciencia y no permita más el EN ESO ESTAMOS
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