No es nada nuevo, pero si usted amigo lector puede contribuir en algo para acabar con estas prácticas hágalo por el bien de Colombia.
Embaucar es engañar aprovechando la ingenuidad de la gente. Engañar es dar a la mentira apariencia de verdad, es inducir a otro a creer y tener por cierto lo que no es, producir ilusión o parecer ciertas cosas que no lo son.
Mi interés en el estudio de este fenómeno social y la oportunidad de presenciarlo, observarlo y analizarlo, termina produciéndome rabia, cólera, tristeza y otros posibles daños psicológicos, pues ver que muchos colombianos se dejan embaucar y continúan andando tras este tipo de plaga que no les permite recapacitar o pensar es como una enfermedad del pobre. El daño que se les causa a la gente y a los pueblos después que eligen y siguen en lo mismo por años, debiera ser lo más importante de los gobiernos si en realidad se quiere conquistar la paz. Derrotar estos fenómenos que mantienen enfrentadas a las personas de bien que somos todos, pero nos han creado el odio, la egolatría, el mal orgullo, la falta de respeto humano y sobre todo la avaricia por el dinero que se debe conquistar como sea y sin medir consecuencias es lo que produce enfrentamientos de todo tipo.
Ver como paisanos o extraños, que han podido superarse, ser personas de bien, profesionalizarse, vuelven a sus pueblos montados en carros lujosos posiblemente alquilados, engañando con dadivas, licor como fuente de principio de conquista electoral que tiene enferma mucha gente sobre todo del campo, como dicen los mejicanos, da coraje. Diferente es, llegar a invitar a los campesinos a pensar libremente sin dadivas, sino con ideas y buenos principios. Esas actuaciones, obligan a expresar palabras de rechazo a estas prácticas.
La utilización de líderes incluso preparados, que se unen para dirigir los gritos y las exaltaciones por un dinero es parte del engaño. Sancochos sándwich, gaseosas, licores como el wiski, la cerveza, el aguardiente, chicha y lo que emborrache y alegre son la prioridad.
Las oraciones y evangelios inventados, hacen calmar el ánimo y no permite exaltarse al que quiera decir algo en contra de los embaucadores. También doblegan y humillan, pues Dios creo al hombre libre y de esa forma lo están oprimiendo y ofendiendo. Cada quien es libre de practicar su fe y no es necesario para el asunto electoral.
Exalcaldes, politiqueros y sus familias y amigos son los que invitan a las fiestas y reuniones. A estas reuniones llegan ex representantes a la cámara quemados. Llegar a un cargo público en una elección, es el negocio perfecto. Regresan descrestando con cuánto dinero se pueda como arma de conquista. El pueblo debe entender que esos cargos hoy se están utilizando para conquistas económicas porque producen dinero fácil de los impuestos del pueblo y para ellos no existe riesgo porque no exponen su patrimonio. Los pueblos no se superan, no progresan ante la corrupción.
¿Pero de donde llega tanto dinero sin control? Nadie puede saber. Esa circunstancia hace pensar muchas cosas como por ejemplo ¿será del narcotráfico, paramilitarismo, movimientos guerrilleros, grupos de mafias extrañas, o de partidos políticos que gastan sin control para las conquistas? Para el común de la gente en sus críticas es así como se ha fabricado la podredumbre, la corrupción, la falta de educación y la pobreza de los colombianos. La ignorancia y la ingenuidad de las gentes o el miedo a las armas utilizadas o el temor aplicado al ingenuo. La justicia y los entes de control se han desprestigiado posiblemente porque algunos funcionarios de los entes de control han participado y permitido el silencio, para tapar los delitos contra la administración pública, y por eso es que nadie actúa ni castiga. Los dineros gastados en campaña han vendido puestos municipales, contrataciones corruptas con desconocidos, compras exageradas que nadie investiga porque no se castiga esos delitos.
¿Cuántos alcaldes se involucran, pues ellos también quieren colocar su granito de arena o su remplazo en la alcaldía para poder seguir corrompiendo las arcas municipales? ¿Es esta la razón por la cual no se investiga? ¿Porque se permite este delito de compra de conciencias de los más débiles de frente y sin mirar el perjuicio social que traen estas prácticas?
La gente debe tomar más conciencia respecto a este tema. Muchos ya han cambiado y llaman la atención a sus amigos para que sean libres. Es bueno que los invitados a estos espectáculos tengan en cuenta de que quienes invitan están grabando sus figuras por si acaso. Las fiestas de la madre, el día de campo o la reunión disfrazada no es más que una invitación para comprar conciencias. Mientras el elector continúe tras los embaucadores que están tras una conquista personal, ellos siguen lo mismo y nunca serán escuchados como un pueblo soberano, libre y dueño de su patria.
