Y en el cielo ajeno… buitres helicópteros
Opinión

Y en el cielo ajeno… buitres helicópteros

Por:
agosto 13, 2013
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

 

…apretar los dientes
respirar de incógnito
y en el cielo ajeno
buitres helicópteros…

Balada de los helicópteros - Mario Benedetti

 

Una de las huellas que dejó la celebración de los Juegos Mundiales de Deportes no Olímpicos 2013 en Cali, es la presencia cotidiana, a todas horas, de helicópteros. Vuelos permanentes, justificados por operativos que buscaban garantizar la seguridad de deportistas, turistas y público, empezaron a acostumbrar nuestros oídos, nuestros ojos y nuestra tolerancia a esos símbolos de guerra. En los campos colombianos, el sonido de los helicópteros genera pánico; en las ciudades, al principio, generaba curiosidad. Pero poco a poco, ha generado indiferencia. (O molestia, cuando nos interrumpe la telenovela)

Sin embargo, todo embeleso tiene su final. Como dice Joan Manuel Serrat en Fiesta: “Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”.  El despertar en Cali fue brutal: El domingo 4 de agosto, mientras muchos y muchas caleñas aún se preparaban para despedir con bombos y platillos este paréntesis de inconsciencia, el horror golpeó de nuevo a Cali, para recordarnos que la felicidad tan superficial y cosmética no es duradera.

En hechos aún sin esclarecer, fue asesinado el profesor Francisco Javier Ocampo Cepeda, el Profe Pacho, como lo conocieron las miles de personas que se cruzaron con él en la licenciatura en ciencias sociales, o en la maestría en sociología de la Universidad del Valle, o quienes compartieron su camino como investigador social y como educador popular, tratando de sembrar en los y las jóvenes y adolescentes, especialmente en los colegios Santa Librada, Antonio José Camacho, Alfredo Vásquez Cobo y muchas otras instituciones educativas, el mensaje y las prácticas de noviolencia. O como profe en varias universidades de la ciudad.

Para agravar toda esta situación, el comandante de la Policía de Cali aseguró en todos los medios masivos, que el profe hacía parte del grupo paramilitar Los Rastrojos y que estaba en posesión no solo de un arma con la que había asesinado al patrullero de la policía Olmer Oliverio Blanco Barrera, sino de panfletos extorsivos y propagandísticos de esa banda.

No hay un crimen más extendido en este país que culpabilizar a las víctimas, revictimizarlas, tratar de arrebatarles su dignidad, su historia, su memoria. Eso ha sido evidente toda la semana con las muestras de indignación del sector educativo, de la arquidiócesis, de muchas y variadas voces en Cali, sobre todo los y las jóvenes estudiantes.

Este hecho ha abierto grandes interrogantes, grandes temas de reflexión tanto por el momento, por las personas implicadas, por los antecedentes y el tratamiento de las autoridades y los medios.

  • La militarización casi imperceptible de la vida cotidiana y el antecedente tan cercano de los falsos positivos. ¿Será que la seguridad que garantizan los helicópteros tiene un significado tan doloroso para la ciudadanía?
  • El tratamiento de las protestas sociales y la defensa de derechos con represión, con brutalidad policial creciente y desbordada, sin control de nadie. Cada día hay por lo menos un video en las redes sociales de policías agrediendo a la gente. No afirmo esto del policía muerto, sino que pregunto por la salud mental de las personas de esa institución, especialmente del Esmad.
  • La reciente aprobación del fuero militar que establece categorías tan problemáticas como los “blancos legítimos”. El reestreno de esta controvertida figura con hechos como éste, nos llena de incertidumbre hacia el futuro.
  • El papel de los y las docentes como educadores en derechos humanos y la noviolencia, más allá de los intereses gremialistas. ¿Puede esta dolorosa muerte servir para que miles de docentes retomen la senda de construir en las nuevas generaciones pensamiento crítico y compromiso con la construcción de la paz en el país, o el mensaje de amedrentamiento será más fuerte?
  • Dos familias más que entierran y lloran a sus hombres, preguntándose por qué. ¿Durante cuánto tiempo seguiremos asistiendo con impotencia  al absurdo espectáculo de los abrazos rotos?

“…todos sospechables
ellos y nosotros

y en el cielo ajeno
buitres helicópteros…” Mario Benedetti.

 

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0

Día de las insumisas y las libertarias

¿Dónde escondes tu racismo?

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--