Hay verdades que no se pueden ocultar, pues hacen parte de la vida cotidiana y de la realidad económica social y económica de una región en la que están involucrados miles de habitantes que directa e indirectamente participan de actividades que son consideradas ilícitas, pero movilizan la dinámica productiva inocultable y de gran impacto en las comunidades.
El Cauca sigue siendo escenario de problemas que se vuelven soluciones al margen de la ley y que sus habitantes han aprendido a convivir y a vivir de ellos por falta de alternativas y posibilidades fallidas en la organización de sus destinos y la ausencia o permisibilidad del Estado en sus regiones.
Por un lado está el narcotráfico en todas sus modalidades en donde no sólo se produce la mejor marihuana del mundo, la heroína tipo exportación de gran calidad, sino de los más amplios territorios sembrados de coca, amapola y el montaje de laboratorios del procesamiento de Cocaína que salen del cauca por todas las vías, desde hace varias décadas, creando una economía ficticia temporal en algunas poblaciones con la consabida estela de terror y muerte.
La Minería ilegal moviendo grandes toneladas de tierra, lodo y piedras ha encontrado en el territorio Caucano un escenario propicio para la explotación de yacimientos en minas de cielo abierto como la de San Antonio en Santander de Quilichao y otras poblaciones, en donde el desespero de la gentes por subsistir en su lucha contra el hambre y la pobreza, han sido sepultados por la muerte en socavones y deslizamientos de tierras.
Y como si fuera poco, una nueva mafia se ha ensañado contra la vida de los caucanos. La falta de normas más contundentes contra el tráfico de madera ha llevado a la creación de mafias que día a día tienen más poder y afectan más zonas boscosas protegidas del Cauca.
En las regiones del Litoral Pacífico Caucano, El Tambo, Cajibío , Bota Caucana, el Naya, Buenos Aires y Suárez, las bandas criminales y la guerrilla no solo están detrás de los cultivos ilícitos y la minería ilegal, sino también de la madera.
Según afirman expertos de la C.R.C autoridad ambiental que tienen jurisdicción en el cauca, este negocio es un monopolio manejado por unos pocos capos que son los que ponen los precios de compra en los sitios de acopio en las selvas y montañas dominadas por grupos ilegales y los de venta, a costos elevados, en los lugares de receptación como Popayán, Guapi, Buenaventura y Cali.
Obviamente imposible no referirse a la presencia histórica de la insurgencia que se ha valido de su antiguo accionar bélico y escenarios de lucha ilegal o paso obligado en sus movilizaciones guerreristas contra el Estado en territorios indígenas, campesinos y afrodescendientes, en donde han vulnerado sus derechos y culturas. Las guerrillas y la presencia subversiva en el cauca en donde hubo desmovilizaciones en el pasado sigue siendo factor de conflicto entre comunidades y aún su influencia es bastante marcada en varias zonas del territorio Caucano.
Al cauca también lo han golpeado fuertemente las Autodefensas y las bandas criminales que quisieron influenciar y estar al servicio de ciertos poderes oscuros. En su accionar han sembrado terror y bañado de sangre inocente, las fértiles tierras campesinas, Indígenas y de asentamientos negros, siendo los responsables directos del miedo, zozobra e inestabilidad que algunas poblaciones padecieron y temen aún, porque no han podido superar el temor infundido por estas organizaciones ilegales.
El contrabando de armas, víveres, licores, vehículos automotores, el lavado de dineros, son otras de las realidades que se viven en el territorio caucano y que van asociadas a las anteriores y que son el pan de cada día, pese a los controles de las autoridades.
Es entonces, un panorama complejo de una problemática en la que se conjugan toda una amalgama de conflictos e intereses, que pese a ciertos esfuerzos gubernamentales e inversiones del Estado, con proyectos productivos en las regiones no se ha podido eliminar, sino que al contrario crecen vertiginosamente y así militarice, se combata de frente o se intervengan los distintos sectores, la insurgencia, las bandas criminales, las mafias, la minería ilegal y otros factores, siguen ocupando territorios para promover sus negocios lucrativos.
Son verdades de acuño en donde es muy difícil e imposible tapar el sol con las manos y que hasta los ciegos las pueden ver.
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