Tengo una buena historia para contar.
A ver: en el ya lejano 2001 nacía al calor de las masas y de las nunca benditas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, la Organización Colombiana de Estudiantes (OCE) con el objetivo de defender y dignificar la educación pública.
Nació con la idea de que la educación necesaria para el desarrollo del país debía ser científica: que buscara la verdad en los hechos y en la práctica, y no en dogmas ni mitos incuestionables. Luego en 2018, varias organizaciones fundidas en una amplísima unidad por la defensa de la educación superior, lograron en total 5.85 billones de pesos, que en parte se destinaron para fortalecer el sector de ciencia, tecnología e innovación (CTeI).
Sin embargo, al sector científico colombiano le ha ido pésimo con Duque y sus antecesores: en los últimos 4 años la inversión en CTeI en Colombia no ha pasado del 0.29% del PIB nacional, una cifra muy pobre si se tiene en cuenta que países con alto desarrollo en el sector como la República de Corea e Israel invierten un equivalente superior al 4% de su respectivo PIB.
Esto nos lleva hasta el contexto electoral actual, en el cual sólo existe un candidato que acierta en el diagnóstico y en la solución, y ese es Sergio Fajardo, quien no solo sabe que la ciencia en Colombia está desfinanciada, sino que sabe que el problema es mucho más profundo.
El programa de gobierno de Fajardo y la coalición centro esperanza propone triplicar la inversión en CTeI en los próximos 4 años, de modo que en 2026 se alcance el tan anhelado 1% del PIB invertido en el sector científico.
Duplicar el número de investigadores, priorizando los institutos y centros de investigación, así como las regiones con mayor déficit de investigadores. Y no hay que dejar de lado la propuesta más ambiciosa: la creación de 5 grandes centros de investigación ligados a sectores económicos clave para el desarrollo: agro, industria, transición energética, salud y bioeconomía. Adicional a esto el documento le otorga en la ejecución de esta parte específica del programa un papel principal al sector público.
A contramano, quienes encabezan las encuestas electorales ofrecen, por el lado de Federico Gutiérrez aumentar la inversión hasta 0.5% del PIB, una meta bastante pobre.
Por el lado de Gustavo Petro existe un detalle que no es de menor cuantía: NO se compromete con ninguna cifra concreta en materia de inversión pública para el sector científico.
Las menciones al respecto en el programa de gobierno están en más de un 50% ligadas a la transición energética y al cambio climático, dejando de lado otros sectores tanto o más importantes, y ligado a esto parece concentrado en convertir al país en una gran maquiladora de tecnología al servicio de transnacionales del sector medioambiental.
La mejor propuesta para Bolívar y el caribe.
El caribe es ni más ni menos que un reflejo de la situación desastrosa en materia de CTeI del país. Sólo los departamentos de Atlántico y Bolívar sacan nota “aceptable” con una inversión en investigación y desarrollo equivalente a 0.11% del PIB de cada departamento.
Bolívar es el segundo en la región con mayor capacidad de producción científica, pero con un agravante “…Capital Humano e Investigación ha presentado una clara tendencia a la baja desde el 2019”.
(https://ocyt.org.co/wp-content/uploads/2022/04/IDIC_2021_Documento.pdf)
Es decir que a pesar de ser el segundo mejor ha venido perdiendo puntos en un aspecto clave para el desarrollo científico, lo cual es malo, pero no es peor que lo que sucede en los departamentos restantes, como Sucre y Cesar que para el año 2018 contaban entre los dos con solo 14 investigadores ligados y activos en el sector científico, o como el departamento de La Guajira rankeado como uno de los peores en materia de innovación sólo superado por Vaupés y Vichada, según el índice departamental de innovación en Colombia calculado por el observatorio de ciencia y tecnología.
Es así que la región caribe y en particular el departamento de Bolívar no puede ignorar que lo necesario es aumentar sin dudar la inversión en ciencia y tecnología, promover la formación de científicos e investigadores para que a su vez aumente el recurso humano disponible, y que el único programa de gobierno que condensa tales ideas es el de Sergio Fajardo Valderrama.