El 77% de todos los electores estadounidenses quiere un candidato diferente a Joe Biden y Donald Trump para ser elegido presidente de la todavía nación más poderosa de la Tierra.
Pero las noticias no son halagüeñas para Biden. Sólo el 34% de los demócratas lo prefieren. De hecho, casi el 50% dice que no votarán por la reelección presidencial del actual mandatario.
Y ahí no termina el problema demócrata. El 54% de los encuestados asegura que se disponen a votar por cualquier republicano antes que por Biden.
Aunque a los republicanos tampoco están enloqueciendo de dicha ante la posible victoria de Trump en las elecciones primarias de su partido, no pueden ignorar que el anterior inquilino de La Casa Blanca, ha conseguido 10 millones de dólares para la campaña, por la venta de la foto de reo de la semana pasada.
Y por si fuera poco, hay encuestas internas de los republicanos que le dan un favoritismo superior al 60% para obtener la nominación.
Al mismo tiempo, la crisis migratoria tiene hecha pedazos la unidad demócrata.
Para muestra lo que pasa en Nueva York, dónde la gobernadora Kathy Hochul y el alcalde Eric Adams viven una polémica abierta por cuenta de los casi 120,000 migrantes que han llegado y que tienen la metrópoli a punto de colapsar, ante la mirada indiferente de Washington.
Con los desastres naturales de Hawaii y Florida, los analistas políticos de los programas especializados, coinciden en manifestar que “Nueva York está sola enfrente de la invasión de personas extranjeras que buscan mejorar su situación económica”.
En las elecciones del año pasado, Nueva York le dio cuatro sillas en la Cámara de Representantes a los republicanos, quitándole las mismas a los demócratas.
A su vez, Nueva Jersey, les concedió otra curul demócrata a los republicanos.
Así las cosas, la incertidumbre reina sobre cualquier predicción.