La reunión era a las nueve de la mañana en Palacio. Un día antes Gustavo Petro, después del cimbronazo que significó el escándalo desatado por la niñera Marelbys Meza, mandó a llamar al embajador en Venezuela Armando Benedetti para tener un careo con su jefe de gabinete, Laura Sarabia y aclarar de una vez por todas un conflicto que cogió vuelo y en donde se han llegado a usar palabras tan graves como chantaje por parte de Benedetti.
Pero el presidente, quien canceló todas sus actividades este jueves 1 de junio, no llego a Palacio. Tampoco lo hizo Sarabia. El embajador en Venezuela aterrizó en Catam y a pesar de que había sido modificado la hora y el lugar del encuentro, se quedó esperando la reunión en el aeropuerto militar.
Aún se desconoce si la reunión se llevó a cabo en un sitio secreto en donde no hubiera testigos. Lo que se sabe es que Laura Sarabia le había ofrecido a Benedetti un Ministerio y que el embajador quería el del Interior. El acuerdo no se dio, lo que desató la ira de Benedetti, quien, en reuniones previas, habría usado expresiones de grueso calibre contra su ex asistente. Sarabia se inició en cargos políticos en la UTL del entonces senador. El país esperaba determinaciones después de la reunión, pero, por el momento, todo es hojarasca.
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