En momentos donde la carencia de dialogo, respeto y tolerancia se apoderan de los debates sociales, dando cabida a “verdades absolutas” y estigmatización contra pensamientos diferentes, se hace necesario, con mayor razón, el levantamiento de voces en defensa de sus posiciones y contra el miedo al qué dirán.
Consciente de las críticas que se me avecinan y consciente también de mí derecho a la libertad de expresión, expongo a continuación 7 razones por las cuales he defendido, defiendo y defenderé el uso de todas y todos:
1) Resulta indignante que desde España, país que invadió nuestras tierras y asesinó a nuestros antepasados, nos sigan dando órdenes, especialmente sobre el buen uso del lenguaje, cuando Colombia, según expertos, es el país en el que las personas preparadas presentan la mejor dicción en toda América Latina. Esta fama está ligada a los 136 años de la Academia Colombiana de la Lengua, la más antigua de todos los países hispanohablantes.
2) España no puede seguir siendo país vocero de los pueblos hispanos, eso es una manera de microglobalización del lenguaje. Los pueblos de América Latina son dueños de sus costumbres, tradiciones y por ende de sus dialectos.
3) Estoy seguro de que quienes consideran que se deben utilizar expresiones como "todos" para referirse a un auditorio donde hay hombres y mujeres, no aceptarían que se les dijera "todas" para referirse a hombres y mujeres.
4) ¿Por qué obligar a las mujeres a que se sientan identificadas con que les digamos "hombres", "chicos", "niños", “todos"...?
5) La desesperación de los sectores más conservadores de la sociedad por evitar el uso de "todas y todos'" nos indica que esta expresión representa el avance hacia una sociedad incluyente.
6) La esclavitud, la persecución a los creyentes y la quema de mujeres fueron “correctas”. Hoy, excluir a las mujeres por medio del lenguaje es algo “correcto”. Recuerden que moralmente correcto no es sinónimo de justo.
7) "Todas y todos" es la expresión que destruye las ideologías de la superioridad de los sexos. Ni machismo, ni hembrismo. Mujeres y hombres de la mano, a la par, trabajando por un futuro tolerante e incluyente.
Les dejo esta frase atribuida erróneamente a Voltaire, pero, quien la dijo fue la escritora Evelyn Beatrice Hall: "no estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo".
