Yo también elogio la fuga de Aida Merlano, ¿saben por qué? Porque ella fue una niña humilde del barrio Carrizal que fue encandilada en su inocencia infantil por las luces del poder, los elogios y la fama fácil, para luego ser sacrificada como cordero ritual sin derecho a la mínima defensa.
Aunque los Char, los Name y los Gerlein la pasearon como trofeo por Barraquilla, a la primera oportunidad lo más fácil fue deshacerse de ella como la basura reciclable que siempre la consideraron y hundirla en la cárcel para salvar el pellejo. Mal paga el diablo a quien bien le sirve.
Su tragedia fue ser hermosa, de una belleza extraordinaria y natural, que hizo que Julio Gerlein se enamorara de ella desde muy niña. Esto es verdad sabida y pública en Barranquilla. Ella era hija de un trabajador suyo.
El caso, fue utilizada por los mafiosos politiqueros de la ciudad durante 25 años, quienes la usaron, la moldearon y a la hora del corte de cuenta la entregaron a la justicia en una pelea tribal salvaje entre Roberto Gerlein y su hermano Julio.
La construyeron paso a paso: comenzó comprando votos de mochilera, pero al verle la pilera la hicieron moza, amante, líder política, concejal, diputada, representante y senadora.
Escalón a escalón se fue convirtiendo en la imagen perfecta, la muñeca perfecta, el chivo expiatorio perfecto, sin fortuna propia, sin poder personal. Qué ingenua fue al creer que estaba segura entre esos monstruos de codicia.
Al ser capturada ella advirtió a los medios que lo diría todo y además anticipó que los Char pagaban los sobornos a los concejales de Barranquilla a través de Serfinansa. Entonces la amenazaron de muerte a ella y a su familia. Por eso estoy feliz de que se haya fugado y espero que desde Venezuela o desde donde quiera que esté cante la verdad y diga cómo funciona la mierda de los Char, los Name y los Gerlein en Barranquilla.
Colombia necesita cambiar, esto no puede y no debe seguir así. Esas dinastías satánicas deben pagar por tantas décadas de desfalco y estafa a Barranquilla.