A los días más turbulentos desde que empezó su administración, tras la hecatombe mediática que suscitó su autorización del ingreso del Esmad a la Universidad de Antioquia, a Daniel Quintero se le suma otro dolor de cabeza: la eventual muerte política del concejal más mediático, cercano y visible de su movimiento Independientes, Alex Flórez. Alex no era un nombre desconocido en la movida social de Medellín, como dirigente estudiantil alcanzó gran reconocimiento y con una campaña de calle, se comenta que repartía volantes desde la madrugada hasta el anochecer, alcanzó una curul en el Concejo de Medellín con 7.109 votos.
Desde su llegada al Concejo se ha caracterizado por su retórica antiuribista y por “peinar” constantemente a Alfredo Ramos; sin embargo, recientemente su investidura fue demandada ante el Tribunal Administrativo de Antioquia porque al parecer se inscribió como candidato siendo contratista del Tecnológico de Antioquia (una entidad pública), en plata blanca, Flórez hizo campaña y alcanzó la curul en el Concejo estando inhabilitado.
Aunque el proceso apenas inicia y Flórez argumenta que se trata de una persecución política (la vieja confiable), el abogado demandante sustenta que el concejal ejerció como contratista del Tecnológico (en la jurisdicción de Medellín) entre el 9 de febrero y 25 de octubre de 2019, es decir, a dos días de las elecciones. Por diferentes redes sociales le he solicitado a Alex copia del contrato para verificar fecha y lugar de ejecución, hasta la publicación de la presente nota no me ha dado respuesta y en los portales del Tecnológico no aparecen los contratos que se suscribieron con el contratista Flórez, ¿por qué será? su silencio le resta peso a su defensa de “persecución política” y pone en entredicho la coherencia de uno de los principales escuderos de Quintero. Si es cierto que Alex adelantó campaña a sabiendas que estaba inhabilitado (y eso que de profesión es abogado) no solo engañó a sus electores, sino que el movimiento Independientes también debe responder porque era su responsabilidad verificar las inhabilidades de sus candidatos. Tampoco puede pasar de agache mucho más cuando dice ser un movimiento ajeno a las prácticas de la política tradicional.
Más allá de la discusión jurídica, que recién empieza y promete ser larga ya que debe escalar hasta el Consejo de Estado si el Tribunal Administrativo le tumba la investidura en primera instancia, es deber del concejal no solo responder (por tres días le solicité la información y no me respondió) sino asumir la sanción social por hacer campaña mientras era contratista de una entidad pública hasta prácticamente el día de las elecciones, ¿en qué tiempo el contratista Flórez cumplió con el objeto del contrato si se la pasaba en campaña? Vale aclarar que no tengo nada en contra de él o estoy atizando una supuesta “persecución política”, solo soy un ciudadano que exige coherencia y responsabilidad de los servidores que se hacen elegir con el respaldo ciudadano. Invito al concejal y las entidades respectivas a hacer públicos todos los contratos que firmó, especificando el objeto, las fechas de inicio y culminación, y, lo más importante, la jurisdicción donde se ejecutó. Si es cierto que Alex hizo campaña estando inhabilitado (vuelvo a repetir, es abogado) no solo se le debe decretar la “muerte política” por el Tribunal y el Consejo de Estado, también sus electores le deben exigir coherencia a quien se hizo elegir precisamente bajo el discurso de la “coherencia”.
