En Cúcuta la desilusión es evidente. Escoger a Jairo Yáñez fue una cachetada que se le dio a Ramiro Suárez, el cacique político que está preso en la Picota pagando una condena de más de 20 años por ordenar el asesinato del asesor jurídico de la alcaldía. Yáñez era un tipo honesto, alejado de la política, un empresario que salió con un megáfono y le ganó a las maquinarias uribistas. Pero, cuatro meses después de estar en la alcaldía, Yáñez es una desilución absoluta. No sólo no ha dado las respuestas requeridas en plena pandemia, sino que, según este informe de Noticias RCN, también estaría involucrado en uno de los más asquerosos, groseros, inmorales actos de corrupción: robar en medio de la crisis.
En Cúcuta la alcaldía compró, en plena crisis, una caneca de basura en 500 mil pesos
La denuncia la hizo Noticias RCN. Fueron más de 1 mil millones que se gastaron en cosas tan absurdas como pagar cerca de 50 mil pesos por un jabón antibacterial