En cuatro años vendrán con alguien que tocará acordeón para ganarse el aprecio de los costeños, bailará salsa para los vallecaucanos y cantará música popular para los llanos.
En cuatro años nos van a presentar un candidato que se tomará fotos con todos los personajes públicos y famosos del país.
En cuatro años nos van a asustar con el cuento del castrochavismo y comunismo porque saben que les creemos algo que se inventaron.
En cuatro años dirán que van a triplicar los salarios (nada más populista que eso) y con esa medida lograrán ganar nuestra atención.
En cuatro años nos dirán que van a bajar impuestos nuevamente y la señora que vende empanadas o el que tiene una discoteca creerá que es para él.
En cuatro años le cambian el color al tipo de economía para que lo veamos moderno y de moda, vendrán con libros sustentando ese color.
En cuatro años no solo nos harán creer que somos clase media, sino que nos harán olvidar que vivimos de un sueldo, que sin importar la cifra, obtenemos nuestras cosas con los créditos que nos hacen sus amigos.
En cuatro años pondrán a religiosos a hablar bien de ellos porque saben que en este país estamos lleno de moral... ¡Doble!
En cuatro años ellos vienen nuevamente porque saben que les creemos todas esas estrategias y que somos indolentes ante nuestra propia situación.
Cada cuatro años se repite lo vivido con la abolición de la esclavitud, les hicieron creer que ser libres era malo. Colombia merece ser libre o seguirá una dictadura de corrupción que favorece a unos cuantos y suprime a millones.
Cada cuatro años pensamos que las víctimas de nuestras decisiones son otros.
