Mucho he oído y leído acerca de la televisión colombiana, y como televidente, me atrevo a replicar algunos comentarios acerca de lo que se ve diariamente en la famosa “cajita mágica”.
“Los productores solo hacen su agosto, saben que es lo que se vende en un país tercermundista e ignorante como Colombia” Acerca de los productos del Canal RCN.
“Yo creí que la televisión recién cumplía 50 años y que su carrera aún podría avizorar un futuro, sino prometedor, más bien eh... próspero, o algo así; pero viendo esto creo que su derrota ante el video y la televisión online es inminente” Acerca de la novela “Diomedes, el cacique de la junta”
“Entre los dos canales privados de este país no hay nada para escoger, ver cualquier programa en cualquier horario es perder miserablemente el tiempo” Acerca de La Voz Kids.
“Pobre gente la que aún ve Caracol y Rcn” Acerca de los productos del Canal Caracol
Considero que es acertado afirmar que la lucha de la televisión tradicional frente a los contenidos digitales la vienen ganando los segundos. Cada vez es mayor el número de oferta que se encuentra inmersa en el mundo virtual: audiolibros, video blogs, blogs, libros digitales, películas, series, etc. Pero me cuesta creer que la televisión tradicional, en especial la colombiana, se está quedando atrás en términos de contenido, producción y forma.
Tal vez el error de muchos, se halla en la grave generalización que hacen al reunir a la televisión colombiana en sólo dos canales: Caracol y RCN. Es clave entender, que la televisión, desde su concepto, va mucho más allá de la oferta privada, la cual, a pesar de las críticas, también tiene sus méritos. Canales como; Señal Colombia, quien reinventa las historias olvidadas y narra hechos históricos a través de recreaciones muy bien hechas que están plasmadas en series documentales como “INVISIBLES”, son muestra de que sí hay propuesta. Con formatos que han ganado premios internacionales, tales como “CUENTOS DE VIEJOS” el cual resultó vencedor en los Premios TAL, donde se reconoce lo mejor de la televisión de América Latina; Telemedellín, quien desde su eslogan “Aquí te ves” hace partícipe a los televidentes, no sólo como espectadores, sino como creadores y recreadores de su propia historia; Canal TR3CE, con una propuesta fresca y juvenil, le da la oportunidad a su público de que entienda, a través de sus contenidos, que la televisión tiene múltiples funciones, no sólo de entretenimiento, también de educación. Tal es el caso del programa “CONVÉNCEME SI PUEDES” el cual es un formato de debate educativo que resultó ganador como mejor Producción Educativa, también de los premios TAL celebrados en Uruguay; Canal Capital, dejando a un lado su posición política, la cual es absurda porque es un canal distrital, ha podido ofrecerle un espacio de calidad a ciertas minorías que han sido estigmatizadas, tal es el caso de la comunidad LGBT representada por una apuesta responsable, educada y dedicada, como lo es “EL SOFÁ”.
Gustos hay de todos y para todos. Jesús Martín Barbero, un académico de la Comunicación afirma que el control lo tienen los televidentes, la oferta está servida, es función suya escoger lo que mejor le parezca.
Si su sabor preferido está con los realitys, véalos, no hay problema, o si prefiere una novela de algún ídolo colombiano, también está en su derecho de verla, y de criticarla si es el caso. O si su gusto está en la investigación, la cultura, la educación, la tecnología o el entretenimiento, hay parrillas hechas a la colombiana pensadas para un público como usted, los canales regionales son una buena opción.
Y recuerde, el problema no está en satanizar un contenido, sino a sus creadores, actores o equipo de producción, allí se forma la piedra en el zapato. Critique, eso es fundamental, pero más importante que criticar es reflexionar, y obviamente, proponer.
@bonserfelipe
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