En Colombia no nos gustan ellas y tampoco algunos de ellos…
La construcción del Pacto Histórico en Colombia, siendo un proyecto complejo y extenso, es más simple de entender y estructurar que otras propuestas, porque el pacto es una propuesta clara y amplia que abre espacios a todas las fuerzas que están por la justicia social, por la construcción de una democracia real y el desarrollo del país.
Es un proyecto que se opone al continuismo de corrupción y muerte.
El Pacto Histórico se opone al fascismo que ha instaurado el uribismo y sus cómplices corruptos con quienes hará alianza para las próximas elecciones. Con aquellos que miran al pueblo y la política con desdén e irrespeto. Aquellos que han gobernado convirtiendo en chiste la desvergüenza y en tragedia la vida del país.
Por eso no nos gustan ellas. Goebertus y Angela María Lozano están entorpeciendo la posibilidad de alianza de un importante sector con el Pacto Histórico por “incompatibilidad” personales de ellas y algunos de ellos con Petro.
Una vez más las mismas personas torpedean la avanzada de la izquierda y los sectores democráticos que se están aglutinando en el Pacto Histórico. Una vez más poniendo condiciones y haciendo críticas mordaces al trabajo político realizado incluso por la bancada de oposición de la cual ellas mismas forman parte.
Hay que decirlo claro:el Pacto Histórico, si bien es la propuesta Petro, no sale solo de su cabeza; sale del largo trabajo realizado por diversas personas en diversos escenarios políticos del país y muy particularmente del congreso donde reconocemos y admiramos la tenacidad con que se han presentado y defendido proyectos. También, la oposición que se ha hecho en bloque a las diversas propuestas de la siempre desbocada dictatorial del uribismo mayoritario en el congreso.
A nosotros los de base, los de a pie, los sin partido, los que votamos y los que trabajamos por Colombia en cualquier lugar del mundo, los que escuchamos todas las propuestas y participamos en videos reuniones en las que ellos y ellas no alcanzaron un centenar de auditores —algunos de nosotros incluidos— a nosotros no nos gustan ellas.
Y tampoco nos gustan ellos. Los Fajardos plato vacío y con cola nada verde, o el otro que no dijo nada cuando debía decirlo, como si se hubieran acabado las banderas por la paz. O el que ahora habla solo para joder el Pacto Histórico, o esos que hablan sin decir nada y que hacen tanto daño.
No, a nosotros no nos gustan tampoco ellos.
A nosotros nos preocupan los que sí nos gustan y que están allí acorralados por compromisos morales, políticos…
Nos preocupa que no puedan entrar al pacto con sus propuestas y su inteligencia.
A ellos les decimos: ustedes nos gustan y nos gustaría que estuviéramos todos en el Pacto Histórico, pues ustedes tampoco pueden acorralar en su entorno al pueblo que los acompañará, incluso sin entender como se pueden estar hoy fuera de este Pacto Histórico. No me digan que a ustedes “no les gusta” la figura con más posibilidades de ser presidente, pues esto en resumen no se trata de gustos.
Esto no es solo un pacto. Es un momento histórico y todos somos responsables.