Dicen que estas ciudades y pueblos tienen trazado ya su destino; que la historia que no nos enseñan en la escuela, la aprendemos a las malas en las calles y selvas repitiendo las mismas equivocaciones de tiempos atrás, y que Dios y la Virgen ya están cansados de ayudar inocentes, porque violentos y avaros piden con oraciones cínicamente.
El rubor del silencio y el olvido no es engañoso, porque llegó la ignorancia y asumió la importancia de la sociedad ausentando la vergüenza. La gente prefiere voltear la mirada a hechos de otros lugares y así forjar opiniones de ajenos horizontes, mientras callan la miseria y el crimen más cercano.
El calendario colecciona muertes por violencia, a diario, las de los líderes sociales, pero los medios nacionales informan hasta la saciedad más unos decesos que otros; el marketing en el periodismo cumple su objetivo vendiendo el desconsuelo con titulares a quemarropa. Hoy pasa un suicidio de una madre con su hijo y las redes sociales colapsan morbosamente con el video de este acto; pero mañana, una bala pérdida en la cabeza en alguien será mejor noticia, mejor hashtag... y la madre con su hijo, y los líderes, como la memoria del país, quedan en el olvido.
"Crece la expectativa por el futuro inmediato del proyecto Hidroituango. El comportamiento del embalse ha sido muy positivo", dice RCN Televisión. Sin embargo, las imágenes de un río muerto, con peces entre las piedras sin caudal, son la realidad omitida. No se muestra.
El luto no es solo por los peces, es por los pescadores, por las comunidades, por el país. Es un luto por la representación y el significado de vida: el agua. Ese elemento esencial para vivir fue arrebatado, asesinado para que el calendario siga coleccionando muertes y Uribe pidiéndole a la Virgen.
Violaron los derechos humanos y el respeto a la naturaleza, pero esta, tarde o temprano, cobrará su trato de esa maldita orgía codiciosa de empresarios y politiqueros. Nosotros a la naturaleza solo la atentamos, la enfermamos, pero ella es más poderosa y vengará el menosprecio que le hicimos quitándonos la existencia.
Este es el lugar del mundo en donde sucede de todo pero no pasa nada. La depresión ataca a las personas y si no se matan, las matan, con bombas o con balas. Las masacres cometidas antaño no se tapan solamente con tierra y concreto, sino con la negligencia y apatía del Estado; ese mismo que juega el papel de Robin Hood a la inversa: le quita a los de clase media y baja para darle de comer y lujos a fiscales y gobernantes de la alta; y si no hay plata para robar, se toman tierras, se adueñan del agua.
Así es el destino que dicta este país. Sin el rubor por el olvido y el silencio, pero sí con el sonrojo de halago a la muerte, ella aprovecha la fiesta de la ignorancia y se sirve como reina irreverente ante Dios y la Virgen.