En Colombia hay 83.938 casos de infección por VIH y SIDA, según el último estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud –INS–[1], pero se estima que podría haber más de 200 a 300 mil casos no diagnosticados.
De acuerdo con el programa de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), sólo la mitad de la población mundial que vive con VIH es consciente de ello debido al desconocimiento del diagnóstico, lo que hace más complicado el desarrollo y la puesta en marcha de las estrategias de promoción, prevención y tratamiento para esta patología.
Este virus se caracteriza por atacar el sistema inmunitario y debilitar las defensas contra las infecciones, a medida que el virus destruye las células inmunes y altera su función, la persona se va volviendo gradualmente inmunodeficiente, es decir, se vuelve susceptible de padecer otras enfermedades, en su mayoría infecciosas.
La función del sistema inmunológico en un paciente se mide mediante el recuento de células CD4 (una forma de Glóbulos blancos). Una persona sin VIH mantiene un número y funcionalidad normal de sus células CD4, mientras que un paciente con VIH puede presentar un deterioro progresivo de estas células que lo llevarán a un estado de indefensión ante infecciones y otras enfermedades como ciertos tipos de cáncer.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud- OMS, las cifras de personas infectadas con VIH a nivel mundial oscilan entre 32 y 38 millones, lo que conlleva a que continúe siendo una de las enfermedades que causa mayor mortalidad en el mundo. En las tres últimas décadas ha cobrado más de 25 millones de vidas[2].
Aunque no existe cura para esta enfermedad, un paciente diagnosticado a tiempo puede mantener controlado el virus y llevar una vida normal, siguiendo el tratamiento tal como lo formula el médico, incluso puede tardar hasta más de 15 años en presentar SIDA. En algunos casos hay pacientes en los que no se desarrolla este síndrome que se conoce como el estadio avanzado de la enfermedad.
No todas las personas con VIH tienen SIDA, por el contrario, todos los casos de SIDA presentan este virus. La fase más avanzada de la infección se conoce como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA y puede tardar entre 2 y 15 años en manifestarse, dependiendo del estado del paciente y del tiempo de infección antes del diagnóstico.
De acuerdo con el último Informe Mundial de Avances en la lucha contra el SIDA, Colombia 2012, en el 2011 se notificaron 6.687 casos de VIH y SIDA, de estos, 4.806 (72,0%) fueron hombres y 1.881 (28,0%) mujeres[3], lo que evidencia que esta infección afecta cualquier sexo sin importar la tendencia sexual.
El VIH se puede transmitir por el contacto con diversos líquidos corporales de personas infectadas, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. No es posible contagiarse con un contacto de tipo corriente y/o cotidiano como lo son los besos, abrazos, apretones de manos o el hecho de compartir objetos personales, alimentos y bebidas.
Signos y síntomas
En la mayoría de los pacientes, el VIH en su etapa inicial es asintomático, dependiendo del estadio de la enfermedad. De hecho, en múltiples ocasiones el paciente ignora que es portador hasta que alcanza fases más avanzadas o se le realiza una prueba diagnóstica.
Algunos pacientes presentan síntomas como gripa, fiebre, dolor de cabeza, erupción o dolor de garganta, pero a medida que el virus va afectando su sistema inmunitario, la persona puede mostrar otros síntomas como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de un tratamiento, también podrían aparecer enfermedades graves como tuberculosis, alteraciones en la función renal, o diversos tipos de cáncer, por ejemplo linfomas o leucemia, entre otros.
Factores de riesgo
Según la OMS, existen ciertos factores que incrementan el riesgo de contagiarse de VIH[4]:
• Practicar coito anal o vaginal sin protección.
• Padecer alguna otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana.
• Compartir agujas o jeringuillas contaminadas, soluciones de droga u otro material infeccioso para consumir drogas inyectables.
• Recibir inyecciones o transfusiones sanguíneas sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen corte o perforación con instrumental no esterilizado.
• Pincharse accidentalmente con una aguja infectada, situación que afecta en particular al personal de salud.
Diagnóstico
Para diagnosticar el VIH a tiempo, se debe realizar una prueba inicial conocida como la prueba ELISA, la cual es voluntaria y en Colombia se realiza con autorización del paciente, en caso en que esta resulte positiva se realizara otra prueba que es el Western blot, siendo este el examen que confirma si la persona tiene el virus. En Colombia estas dos pruebas están cubiertas por las EPS.
En el mundo aún existe el miedo y tabú frente a esta enfermedad, las personas todavía le temen a solicitar una prueba de diagnóstico porque asocian directamente al virus con SIDA y muerte; esto ha contribuido a que el VIH no sea diagnosticado a tiempo por temor al rechazo.
Tratamiento
En la actualidad existen pacientes con VIH que llevan más de 20 años en tratamiento sin presentar síntomas de SIDA, sin embargo, para que los medicamentos sean efectivos, el paciente debe seguir estrictamente el tratamiento con todas las indicaciones médicas y lo más importante, es verificar que el paciente tome la terapia según las indicaciones del Médico.
Actualmente para combatir la enfermedad, existen diferentes medicamentos conocidos como antirretrovirales, este tipo de medicamentos controlan la replicación del virus dentro del organismo y ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, aunque aún no existe una cura para esta patología. De igual manera, este tratamiento permite a los pacientes afectados llevar una vida sana, longeva y productiva.
Porque cualquier persona está expuesta a padecer esta enfermedad, diagnosticar a tiempo permite mejorar la calidad de vida del paciente.