Dennis tiene 27 años, lleva 8 visitando y cuidando el páramo. En su casa aún no entienden del todo su gusto por la naturaleza, para ella es más que charcos y monte, así que ha tenido que hacer un proceso pedagógico en su casa (risas). “Yo amo toda la naturaleza. Mi hija de seis años, Ailin, ya conoce algunos sectores del parque y se sabe los nombres científicos de algunas aves y plantas”. Dennis hizo una tecnología en Gestión de recursos naturales en el Sena y está dedicada a la organización, “para hacer de esto algo sostenible”.
“Ahora hay más conocimiento sobre la importancia del páramo, sobre todo quienes viven cerca a los parques. La educación ambiental en los colegios también ha contribuido: no bote basura, no dañe las plantas, cositas básicas que hacen un gran cambio. Con los adultos es más difícil, ahí toca es que los chiquitos les pasen la onda a los papás”.
Cuando le preguntamos si vienen muchos bogotanos, se ríe y dice, “ni siquiera saben que esto existe. Una vez acompañé a un ruso, me contaba que le había preguntado a sus amigos en Bogotá sobre Chingaza, y nadie conocía el Parque… impresionante… La gente no sabe de dónde viene el agua, es increíble, tenemos los recursos tan cerca y no los apreciamos. Los extranjeros siempre tiene cara de extasiados, mientras que algunas personas de por acá vienen a las caminatas y dicen ¿esto es todo, sólo matas?”. En casa de herrero azadón de palo.
Entre varios problemas está la caza: “Todavía hay gente, por ejemplo, en Semana Santa que sale a cazar venados y también berugos que están en peligro de extinción, así que los chicos del parque tienen que hacer campañas y acampar en esa época”. Había una ranita, la atelopus muisca o rana arlequín, pero hace varios años que no se avista, está en peligro crítico, pero se especula que se extinguió.
Cómo nos cuesta cuidar lo nuestro, lo ajeno, lo de todos. La ley intenta ayudar, a punta de prohibición a ver si entendemos, pero no es suficiente, debemos aprender a proteger no solo a los animales, sino a la flora como el musgo y el laurel de cera.
Dennis cuida el agua, a su hija y al páramo.