Pasado un año de que la comunidad de la inspección de la Unión Peneya (la Montañita – Caquetá) recibiera el premio nobel de paz en el año 2009, un grupo de familias campesinas deciden emprender con una nueva actividad productiva, el cacao. A pesar de que para todos era algo desconocido, el Sena como única institución que tenía permitido el ingreso en esta zona, donde el conflicto armado entre el bloque 15 de las Farc y el Ejército Nacional fragmentaba el territorio y su comunidad, inicia la formación de alrededor de 55 campesinos en la implementación de dos viveros comunitarios en esta localidad. Este fue el inicio para el establecimiento de aproximadamente 52 hectáreas de cacao en sistemas agroforestales en la región. Es así que el 03 de marzo de 2011 estas familias deciden constituir al Comité de Productores de Cacao en Sistemas Agroforestales de la Unión Peneya (Copropeneya) y promover la asociatividad para mejorar el bienestar de sus familias.
Mi padre y uno de mis 4 hermanos (Eder Molano Orjuela y Jonathan Molano Rojas) inician a liderar y a transmitirnos en la familia los conocimientos sobre el cacao. De esta manera iniciamos a establecer lo que hoy tenemos: cuatro hectáreas de cacao. Ahora bien, con el transcurrir de los años se despertó en todos nosotros la necesidad de seguir aprendiendo más del cultivo. Esto nos ha permitido unir y mejorar nuestra comunicación como familia: en el momento de descascarar grano por grano de cacao después de tostado para así moler y obtener el delicioso alimento “el chocolate”, nuestros niños y todos en casa ayudamos a esta labor, hablamos de nuestros sueños, de la realidad del territorio y pensamos cómo podemos actuar, lograr cambios en nuestra comunidad, fortalecer nuestra asociación, vincular a más familias, pero sobre todo a más jóvenes que se enamoren del cultivo, que aprendan a realizar las labores culturales (control de malezas, fertilización, podas, recolección de frutos entre otras) que participen de las reunión y hagan parte de la junta directiva de nuestra asociación.
Nuestra asociación está siendo liderada por 7 jóvenes hijos e hijas de las familias cacaoculturas. El cacao ha permitido que así como mi familia sueña en común, 18 familias más también lo estén haciendo. Sin embargo, sobre todo estamos aportando desde las acciones y el ejemplo a más familias del municipio y del departamento para que sepan que es vital trabajar desde la complementariedad intergeneracional (niños, jóvenes, adultos y abuelos) para hacer sostenibles en el tiempo, diversificar la producción, tener identidad y arraigo por nuestro territorio.
Actualmente nuestro trabajo ha logrado una visibilidad en diferentes escenarios los cuales han sido fruto del esfuerzo, de la persistencia, de la resistencia y motivación de nuestros sueños comunes. Hoy hacemos parte de la asociación gremial de Cacao del Departamento (Acamafrut), al proceso de Desarrollo y Paz (REDCaquetáPaz), la Red Nacional de Jóvenes Rurales de Colombia (RNJR), la Red Nacional de Agricultura Familiar (RENAF) y de la mesa regional de empleo y emprendimiento juvenil rural. Estamos produciendo 3 toneladas mensuales de cacao seco, procesando el cacao en chocolate y crema de chocolate y avanzando en ofertar el agroturismo en nuestra localidad, para que más personas conozcan y vivencien la experiencia del cultivo del cacao: desde el manejo productivo, la transformación final (chocolate amargo, crema de chocolate y chocolatina) y una exquisita chocoterapia artesanal (es un novedoso tratamiento que usa el cacao convertido en chocolate para mejorar nuestra salud de la piel).
