Pido perdón, es la nueva composición de la Agencia Colombiana de Victimas.
"Volver a empezar de nuevo, demostrarte que si puedo, quisiera decir lo siento" es el coro de la canción, algo pegajoso que a su vez distrae el tema de fondo de la canción, convirtiéndola en una rima musical muy acorde con los sonidos que la industria cultural hoy promueve. Con una fusión musical de ritmos caribeños, acompañados de rap y frases contundentes.
Lo importante de ver esto es lo que está detrás de ese gran video musical, sobre la situación de los desmovilizados de la guerra en Colombia, donde los proceso de DDR de Naciones Unidas estan discusión por las dinámicas mismas del conflicto armado. Por lo que, este modelo no tiene una aplicabilidad contundente en este contexto, pero que se pueden generar otras formas para vincular a los combatientes en la misma bolsa que las a víctimas, porque el conflicto ha echo que las víctimas se conviertan en victimarios y de forma inversa.
La pregunta entonces pude ser, esta la sociedad colombiana en capacidad de perdonar a los combatientes? y yo creo que no, por la simple razón de que las víctimas no han cerrado sus heridas y tampoco han tenido los mecanismos para lograrlo. Los mecanismos de reconciliación con los desmovilizados deben ser simbólicos y el Estado tiene la responsabilidad de brindar todas las plataformas posibles para el cumplimiento de este cometido, lo que implica que el Estado haga inversiones económicas y de tiempo en lograr reparar a las víctimas del conflicto de todas las formas posibles.
Entonces, en este marco los combatientes desmovilizados ya no tienen el objeto simbólico que era su fusil, el cual les brindaba seguridad en tanto tenían la ley en su propia mano, permitiéndoles lograr un reconocimiento en la sociedad basado en el miedo. Ahora ya no lo tienen, están propensos a toda clase de violaciones de sus derechos fundamentales como personas o a morir en cualquier momento a causa de un asesinato por cuentas pendientes con el pasado. Por esta razón ahora se les voltio la torta a estos excombatientes, que están tratado de reinsertarce a la vida civil, cargando una maleta de recuerdos del pasado y problemas que los acompañaran hasta el día de su muerte y que seguramente heredaran los hijo, ese estigma de que "mi papa o mi mama fue paramilitar o guerrillera y mato a muchas personas".
Por eso es tan importante este video, el cual nos abre la mente para entender quienes son los victimarios y que están esperando de nosotros como sociedad víctima de este conflicto armado. En primer lugar estos victimarios son gente común y corriente, gente como uno, no son extraterrestres ni tampoco son el demonio en la tierra poseídos por satan, ellos son colombianos y colombianas que sufrieron por la inexistencia del Estado centralista colombiano en sus regiones, y donde no existían posibilidades de ganar dinero para poder entrar en las dinámicas perversas del capitalismo.Y por esa falta de poder en las regiones y las necesidades de subsistencia mínimas, es que estas personas toman el camino fácil de enlistarse en las filas de un grupo armado al margen de la ley y así continuar una nueva vida en la clandestinidad en el olor de los AK-47, y en llanto de las víctimas que extrañan a sus muertos. Este contexto en que vivían en un principio los victimarios no es argumento de legitimación en ningún momento de su accionar militar y acá la idea no es hacer juicios de valor sobre lo que ya sucedió.
En segundo lugar nosotros como sociedad debemos entender la importancia del perdón pero no olvido, depende de nosotros el éxito de los procesos de reintegración a la vida civil de estas personas. Por la simple razón de buscar la no repetición de los hechos ya ocurridos, y de la sangre ya derramada a lo largo y ancho del territorio nacional, ligado a poderle brindar a nuestros victimarios la posibilidad de abrirles la mano y permitirles soñar con un nuevo destino. De generar en ellos un camino de esperanza que les permita salir adelante en el mundo de la legalidad y donde puedan volar en esa maquina espacial que son los sueños.
Es claro que el tiempo no regresa y que las víctimas directas de este conflicto van a seguir en la historia, pero esto genera un mensaje positivo para todas estas familias, y es dejarle al país un legado histórico de no repetición y un mensaje al mundo para que entiendan a Colombia como un país donde las víctimas pueden mirar a los ojos a sus victimarios y reconocerlos desde sus planteamientos esenciales.
Por otro lado, que las personas que ahora se reintegran la vida civil vean de nosotros la sociedad un apoyo, para que no se vean en la necesidad de empuñar de nuevo el arma como forma de trabajo.
