Como siempre, desde la gloriosa batalla del Puente de Boyacá, a los boyacos nos toco poner la cara y la ruana en la protesta por la segunda independencia que nos propuso el Presidente Santos, pero a nuestra manera. Se hizo lo que se pudo, con excepción de los enruanados de Nariño y los indígenas del Cauca, en los demás departamentos tuvo como flojita la cosa. De todas maneras en la tierra de la libertad salió como güena la cosa.
Viva Boyacá. Seguimos con nuestro himno de combate: Campesino Embejucado