Alberto Mario Salah Abello, gerente de ADI, revela que la política distrital es dirigida por los intereses privados.
Hay un principio que debe cumplir irrestrictamente todo funcionario del Estado en el ejercicio de su cargo, ya sea del orden nacional o regional, presidente, ministros, gobernadores, alcaldes, etcétera: que los intereses públicos deben primar sobre los privados. Principio este que es olvidado y desconocido permanentemente en Colombia. Sin embargo, "cuando de la aplicación de una ley expedida por motivo de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social".
En Barranquilla, la violación de este principio ético de lo público se ha convertido en la política oficial del gobierno distrital, como lo revela de forma descarnada y descarada el gerente de la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI), Alberto Mario Salah Abello, en su intervención de la sesión virtual de los ediles de la localidad Norte Centro-Histórico de noviembre 20 de 2020, al pronunciarse sobre un artículo aparecido en un periódico capitalino donde se denuncia el abandono y deterioro en que se encuentra el malecón de la Avenida del Río a causa de la desidia de la administración distrital, que ha originado la pérdida de más de $31.000 millones salidos del costoso impuesto de valorización, con sobrecostos, porque inicialmente el valor de la obra estuvo fijada en $27.317 millones y con un atraso de más de 5 años, ya que de acuerdo con las primeras facturas distribuidas de la valorización anunciaban que el propósito era celebrar allí la Batalla de Flores del carnaval de 2007 y apenas fue inaugurada en diciembre de 2012 por la alcaldesa Elsa Noguera de la Espriella, aunque, para curarse en salud, ella anunció que le faltaban algunos detalles, pero en realidad obras importantes, que se terminaron en el 2013.
El gerente de la ADI, Alberto Mario Salah Abello, en su intervención en la sesión de noviembre 2020 nos revela cómo son los inversionistas privados los que realmente dirigen los proyectos oficiales de desarrollo de la ciudad según sus intereses. Esto lo hace al plantearse la pregunta “¿por qué estaba así?” (el malecón de la Avenida del Río), a la cual él mismo responde: “Eso estaba así porque desde hace unos días se viene haciendo un dragado en esa zona con el propósito de mejorar algunos aspectos para el desarrollo de esa zona, que está en manos de una promotoría, de un privado, de un particular, que viene desde hace muchos años ejerciendo actividades con el propósito de desarrollar la zona de La Loma”.
El proyecto de La Loma que debía estar listo en el 2018, que se encuentra completamente paralizado y abandonado, desde cuando en el 2014 la exalcaldesa Elsa Noguera de la Espriella colocó la primera piedra, entregándoselo a cinco de las más importantes constructoras del país, Amarilo, Constructora Bolívar, Marval, Prodesa y Constructora Colpatria. El eje central del proyecto sería la construcción, por un valor de $120.00 millones, de la nueva sede de la alcaldía, un edificio de 11 pisos, cuya promotoría quedó en manos de la firma Covein S. A. S., y para lo cual el distrito ha hecho inversiones por unos $500.000 millones para generar todas las condiciones de adecuación, necesarias en el sector de La Loma y aledaños.
Pero prosigamos con la intervención del doctor Alberto Mario Salah Abello, en la sesión ordinaria de la reunión de ediles de la localidad Norte Centro-Histórico, para poder ir desenredando el ovillo de quienes realmente manejan los proyectos públicos de desarrollo de la ciudad de acuerdo con sus intereses económicos: “Ese espacio se encuentra out. Esa misma promotoría realizó algunos trabajos con el propósito de comercializar, ellos fueron los que en su momento se les entregó el espacio de La Loma para su desarrollo. Que al final, esa promotoría no haya cumplido o para ellos no ha habido las garantías suficientes que eso se pueda desarrollar”. Y continúa Salah Abello: “No ha habido la seguridad por parte de los promotores en que las inversiones que vayan a desarrollar ahí, las puedan recuperar en los tiempos y los términos para lo que se generaron las expectativas iniciales para ellos, cuando aceptaron ser los promotores de La Loma”.
Entonces Salah Abello, con el fin de apaciguar y acallar las denuncias por el estado de abandono en que se encuentra el malecón de la Avenida del Río, presenta una excusa bastante confusa y sospechosa: “La Loma está en manos de una promotería que hoy simplemente, de pronto, ha perdido su sabor y la esencia al tema del desarrollo, porque no ve garantías cómo puede devolverse la inversión”.
Y remata el gerente de ADI, para mostrar con mayor claridad cuál es la esencia del problema: “Desafortunadamente el sitio dejó de ser atractivo. Nosotros a lo largo de estos años nos dedicamos a mantener con alumbrado público, de tratar de mantener eso en el mejor estado posible, mientras el promotor del desarrollo de La Loma consideraba atractivo invertir”.
Mientras tanto, los más de $31.000 millones pagados por los contribuyentes barranquilleros del oneroso impuesto de valorización (con amenazas jurídicas, embargos y remates de viviendas, sumado al trágico desalojo a la fuerza por parte del distrito de los humildes antiguos dueños de esas tierras) se esfumaron entre la maleza, el barro, las aguas pestilentes y la corrosión.
Reporta Alberto Luna Avila.