Debido a su ubicación geográfica, Barranquilla es una ciudad prometedora en términos de desarrollo económico, cultural y social. Su ubicación en la parte norte del país, y entre el Mar Caribe y el Rio Magdalena, puede llegar a ser una metrópolis imponente a futuro gracias a esta gran oportunidad, pero todo esto podría ser una simple ilusión debido a que diferentes hechos inherentes y/o asociados a la violencia y al crimen organizado que atraviesa la sociedad barranquillera están afectando la competitividad, el desarrollo social, cultural y sobre todo el económico de la ciudad.
De acuerdo con algunas estadísticas y opiniones de expertos en el tema de violencia y seguridad ciudadana, desde el 2022 y en lo que va ocurrido de este 2023, la ciudad se ha visto envuelta en una serie de crímenes y masacres que han estado alterando la convivencia y la seguridad ciudadana.
Hoy Barranquilla padece crímenes nunca antes vistos en el área, como masacres, tiroteos en las calles, y sobre todo el cobro desmedido y descarado de extorsiones a más del 80% de los comerciantes del área metropolitana, otro problema que se suma a la ola de violencia que se vive en la ciudad.
A demás de ello, sumémosle otro problema que afecta a los barranquilleros y es, el alto costo de los servicios públicos, un abuso que han estado padeciendo miles de familias en la ciudad por parte de Air-e, la empresa prestadora de energía eléctrica, que vulgarmente podemos decir que también extorsiona a los ciudadanos con los altos costos de un servicio regular. Al igual que la empresa prestadora de energía eléctrica encontramos que las empresas que prestan el transporte del servicio público en la ciudad y su Área metropolitana, han aumentado el valor del servicio de una manera irresponsable dos veces en menos de seis meses, lo que ha golpeado significativamente al bolsillo de los barranquilleros de a pie.
Sumándole otra papa al costal, podemos afirmar que el índice de informalidad en la ciudad ha crecido significativamente en los últimos años, lo que ha generado un descontento social y sobre todo, aumentado la tasa de criminalidad puesto que muchos jóvenes al verse forzados por la necesidad se suman a las filas de la delincuencia y al pandillismo para poder satisfacer sus necesidades económicas y materiales de manera poco ortodoxa.
Estos y otros problemas más ponen en entre dicho la “Barranquilla imparable” de la que tanto alardea el alcalde de turno Jaime Pumarejo Heins, personaje que está siendo objeto de críticas debido a las omisiones que está cometiendo con respecto a la búsqueda de soluciones de los principales problemas que enfrenta la ciudad.
Respecto a la seguridad, el alcalde se ha quedado corto, pues tal parece que la única solución que tiene para frenar las masacres, los tiroteos, las extorsiones, y los homicidios en la ciudad es ofreciendo recompensas a cualquiera que ofrezca información a cerca de los bandidos que ellos mismos saben donde están y quienes son.
Las omisiones y los actos improvisados que actualmente está haciendo el mandatario distrital con respectos al tema de la seguridad ciudadana dejan en claras evidencias la poca preparación del personaje en el tema. Estos hechos solo revelan la debilidad y la precariedad del aparato judicial de la ciudad y sobre todo a una fuerza pública floja y enclenque que le ayude al mandatario a contrarrestar el fenómeno de la violencia y el crimen organizado. O más bien pareciera que el alcalde “encargado” de Barranquilla no conociera sus funciones constitucionales y legales como alcalde.
Barranquilla hoy figura como una de las ciudades más violentas y peligrosas del país. Ello se debe a que en el 2022 y lo que va del 2023 se han presentado seis masacres entre otros asesinatos a manos del sicariato asilado que se vive en la ciudad. Según algunas fuentes oficiales como El Tiempo (26 de marzo 2023, 07:31 A. M.), en el que también se denuncia la cruda realidad que se vive en la Barranquilla “imparable” de Jaime Pumarejo, en la que dos capos y más de 20 pandillas - bacrim se pelean el control del territorio metropolitano poniendo en jaque y sobre todo en evidencia al público la endeble capacidad administrativa del gobierno local, pues hoy el mandatario de la ciudad tras el desespero y el acorralamiento que siente no sabe que hacer, pues el nerviosismo y los argumentos falaces que suele decir en medio de las entrevistas en vivos que le han hecho solo ha demostrado la forma tan improvisada con la que está llevando la situación.
Hoy la Barranquilla “imparable” la tiene paralizada la criminalidad, las bacrim que operan en la ciudad, los actos (asesinatos, extorsiones, masacres, entre otros) que estos grupos extralegales comenten a diario y sin limitaciones en la ciudad.