Weildler Guerra se posesionó como gobernador (E) de La Guajira con unos pergaminos académicos y laborales que contrastaban con los anteriores políticos guajiros que habían ocupado el cargo por elección popular. Fue una de sus cartas de presentación en una región sacudida por múltiples escándalos de corrupción, con lo cual aparecía como un profesional esforzado con doctorado incluido. Lo que no se sabía es que detrás de su título de Doctor de la Universidad de Los Andes había un cruce de favores, de los que permanentemente se hacen en su departamento para obtener favores y prebendas con los dineros públicos.
Weildler Guerra era el gerente del Banco de la República en La Guajira con uno de los mejores ingresos del departamento, un puesto privilegiado en la ciudad de Riohacha, con una asignación salarial entre $8 y $11 millones de acuerdo a la tabla de salarios vigente en el año 2005.
Se proponía realizar un doctorado en Antropología para perfeccionar estudios sobre la cultura wayuu y escogió la Universidad de los Andes en Bogotá, tan prestigiosa como costosa. Si bien cualquier ciudadano como él en ese momento tendría que haberse pagado sus estudios, Guerra aprovechó su cercanía con el rector Carlos Robles, para buscar la financiación de sus estudios. Y lo logró.
Bajo la modalidad de Contrato de crédito educativo condonable, el rector Robles, haciendo uso del presupuesto de una universidad pública que atraviesa un deficit como es la de La Guajira, le terminó financiando los estudios al gerente del Banco, por un valor $ 266 millones a través de un proceso de selección abierto.
Dice así: "Detalle y cantidad del objeto a contratar: beneficiar con crédito educativo condonable para adelantar estudios de doctorado en antropología, modalidad presencial en la Universidad de los Andes de la ciudad de Bogotá, Colombia". Por cuenta de este privilegio Weildler pudo además realizar los correspondientes.
El compromiso del beneficiario, el actual gobernador, era sencillo. "Dejar en alto el nombre del departamento; el crédito estaba discriminado en varios meses para el pago de la matrícula y cada uno de los semestres a cursar, también contempla el pago de $3 millones para tiquetes, taxis y viáticos, y un monto de de $21.200.000 para el pago de pasantías en el exterior; gastos de viaje, viáticos y representación para la defensa y presentación de sus tesis de grado. Cómo garantía para el crédito, según el Contrato de Crédito Educativo Condonable PFAN 011 de 2014, Weildler Guerra, debió adquirir dos pólizas de cumplimiento a favor de la universidad que cubrieran el equivalente al 3% del crédito.
Weildler Guerra, quien fue Secretario de Asuntos Indígenas de la gobernación de Jorge Ballesteros y comenzó su carrera de la mano de Santa López Sierra (el Hombre Malboro), ha empezado a mostrar su manejo político en el cargo, que de académico no tiene nada. Los favores políticos no han tardado en llegar, algunos evidentes como ocurrió con el nombramiento de José Octavio Liñán en la Secretaría de Salud del departamento.
El actual gobernador encargado de La Guajira, Weildler Guerra, llegó a su cargo apalancado por poderes regionales y por el presidente Juan Manuel Santos quien lo designó en el cargo luego de la destitución y el proceso penal contra el exgobernador de La U electo popularmente Wilmer González. Con él, son ya cuatro personas que han pasado por el cargo desde la elección de Oneida Pinto quien también terminó destituida y posteriormente detenida por el CTI de la Fiscalía.
El crédito educativo que le entregó la Universidad de La Guajira a Weildler Guerra, parece ser una práctica común de pago de favores entre los políticos de La Guajira que a veces va más allá y el favorecido no devuelve el dinero terminando el crédito convertido en beca.