En una larga puja se convirtió la definición del incremento del salario mínimo para el 2024.
Éste ritual de todos los años, en diciembre, en la Comisión de Concertación de carácter tripartito, con representantes del gobierno, el empresariado y los trabajadores, adquirió en todo, el espectáculo típico de una trama dramática cuyo desenlace, en esta oportunidad es inédito.
En los últimos 34 años, 33 de ellos de gobiernos neoliberales y proempresariales, sólo ha habido 10 acuerdos en la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Salariales y Laborales CNCPLS. Ninguno con el gobierno de Gaviria, uno en el gobierno de Samper, uno en el de Pastrana, dos en los dos periodos de Uribe Vélez, tres en los dos periodos de Santos, dos con Duque y uno en el gobierno de Petro.
En los 33 años de los gobiernos neoliberales, cuando no hubo acuerdo, la decisión del respectivo presidente de la república, fue expedir un decreto de incremento del salario mínimo siempre igual al presentado en la comisión de Concertación por parte del empresariado y obvio, desatendiendo las propuestas de los trabajadores.
Para este año, la situación como ya se señaló, es inédita.
Primero puesto que el empresariado en las dos oportunidades que durante el presente gobierno se han dado, para discutir el salario mínimo, se ha negado a presentar sus propuestas, como sí lo hizo durante los 33 años ya señalados. Esto como un ejercicio estratégico de no dejarse pillar en sus mezquindades empresariales en el reconocimiento del esfuerzo de los trabajadores, que frente a un gobierno de cambio que propone recuperar derechos, como es el caso de la deuda social acumulada en la recuperación de poder adquisitivo, quedarían plenamente al descubierto en sus michicatas propuestas.
Segundo, en esta ocasión a diferencia de la anterior, sus cálculos políticos no tuvieron consideración alguna y han privilegiado, no darle ninguna opción de triunfo al gobierno en el proceso de Concertación y por el contrario se negaron a posibilitar un acuerdo e hicieron prevalecer una posición en la cual radicalizan su oposición al gobierno.
Ésta posición, es la que han venido consolidándose desde el mismo momento en que se rompió la coalición de gobierno que logró aprobar especialmente la reforma tributaria y el Plan Nacional de Desarrollo PND, pero que una vez se inició el trámite de las reformas sociales de la salud, la pensional, la educativa y la laboral, rápidamente el partido de la U y el Conservador, pasaron a ser independientes, poniendo en mayores dificultades la aprobación de dichas reformas.
Se han opuesto radicalmente a estas reformas, aduciendo que la de la salud y la pensional son inviables. Lo dicen es porque les quitan en salud $82 billones y en pensiones les pueden arrebatar a las AFP anualmente $23 billones de las cotizaciones de los trabajadores. Es decir, la salud y las pensiones saldrían del ámbito de sólo negocios para transitar hacia el cumplimiento de derechos fundamentales como lo señala la constitución. Eso es lo que les duele. ¡Los negocios socio!
En la propuesta de ley estatutaria de educación señalan que continuaría la mala calidad educativa, previendo que se les dificultaría la pretensión de privatizarla.
Y frente a la laboral, la de mayor oposición, no dejan de señalar que destruye empleos y genera informalidad, con lo cual esconden de manera muy oportunista, pues tuvieron 33 años de sus gobiernos y no hicieron nada por ello, que lo que hay allí es la recuperación de los derechos de los trabajadores conculcados en 33 años en Contravía del mismo artículo 53 de la Constitución del 91 y por lo cual han acumulado grandísimas ganancias acrecentando la desigualdad social, que motivó el estallido social y la elección de un gobierno popular como el que preside Gustavo Petro.
Por todo ello, en su proceso de radicalización contra el gobierno, no han dudado en descalificar el decreto por el cual el gobierno incrementó en 12,4 % el salario mínimo para el 2024(12,07% salario mínimo y 15,21% en el auxilio de transporte).
Todos a una, el presidente del Consejo Gremial y de la Andi Bruce MacMaster, el presidente de la SAC Jorge Bedoya y el presidente de Fenalco Jaime Alberto Cabal, han señalado que dicho incremento, contrario a lo que ellos aconsejaron, es alto y que por tal traerá desempleo e informalidad. Vieja y cacareada tesis y nunca probada, con la cual siempre han justificado los bajos incrementos salariales y sus precarizadoras reformas laborales.¨
Por primera vez en 34 años, las típicas propuestas neoliberales de muy bajos incrementos en el salario mínimo no han sido consideradas, una vez fallada la concertación
Es decir, por primera vez en 34 años, sus típicas propuestas neoliberales de muy bajos incrementos en el salario mínimo no han sido consideradas, una vez fallada la concertación.
Por ello el incremento del 12,4% decretado por el Presidente Gustavo Petro es positivo pues tiene las mismas proporcionalidades del incremento del 16% del año anterior logrado por Concertación, pero que dado la decisión del empresariado de radicalizar su oposición al gobierno y sus michicatadas fue imposible concertar.
O acaso, qué otra explicación tiene el de elegir como presidente del Consejo Gremial al Dr Bruce MacMaster en medio de la discusión del incremento del salario mínimo, sino el de radicalizarse frente al gobierno.
Posdata: Para la aprobación de las reformas sociales que recuperan derechos, se requiere la movilización social. Por tal, nos vemos de nuevo en la calle en este 2024.
X: fabioariascut