Rodrigo Chaves, el economista que estuvo 30 años en el Banco Mundial y seis meses como funcionario público, ministro de Hacienda del presidente Carlos Alvarado, llega al poder con la bandera de cambio que fue su insignia en la contienda electoral en la que fue la gran sorpresa.
Antisistema y anti monopolios fueron dos palabras repetidas como un mantra. Ahora deberá aterrizar los objetivos de reducir los trámites administrativos de los emprendedores y para las empresas en general, generar más empleos, y atraer más inversión. Hoy, en medio de la euforia de la victoria, se recuerda que sus propuestas más criticadas fueron vender el Banco Internacional de Costa Rica, entregar en concesión o vender la fábrica Nacional de Licores y hasta acabar con el secreto bancario y los monopolios.
La certeza es que habrá cambios, la expectativa es cuáles y cuándo. Empresarios y empresas tendrán que encararlos, y entre ellos las empresas colombianas que tienen importante presencia en el país. En el sector bancario hay dos de los grandes. Hace doce años el magnate colombiano Luis Carlos Sarmiento Angulo entró al sistema financiero costarricense a través de una operación que realizó con el inversionista nicaragüense Carlos Pellas, uno de los hombres más ricos de la región. A él le compró Bac San José, el banco privado líder en Costa Rica. Pertenece a BAC Credomatic Network, el grupo financiero más grande y sólido de todo Centroamérica, cuyo dueño es hoy el Grupo Aval. El 9 de diciembre de 2010, Sarmiento lo adquirió por 1.900 millones de dólares, en una operación liderada por el Banco de Bogotá, a través de su compañía de leasing en Panamá. En la operación también adquirió la parte de General Electric Capital Global Banking (GE), de Estados Unidos.
BAC San José tiene protagonismo indiscutido en el sector bancario costarricense, ofrece líneas de crédito para capital de trabajo, descuento de facturas, servicios internacionales (cartas de crédito, cobranzas, stand by), entre otros muchos, donde el fuerte más visible son las tarjetas de crédito. En el ejercicio del 2021, a 31 de marzo contabilizaba activos por 4.295.866.692.278 de colones, unos 6.747 millones de dólares al cambio de hoy.
Davivienda de la familia Cortés Osorio llegó a Costa Rica el 26 de diciembre del 2012 después haber formalizado la compra de las acciones del británico HSBC por 300 millones de dólares, en una transacción que incluyó las operaciones de HSBC en El Salvador y Honduras, para una inversión total de 801 millones. El informe de Fitch del último trimestre de 2019 lo catalogaba como el sexto banco más grande en Costa Rica, con una participación de mercado de 6,9 % por activos, siete unidades de negocio, y la oferta de diferentes productos y servicios para los sectores de ingresos medios y altos en el mercado.
En el sector de manufactura está, desde hace varias décadas, el grupo Acesco de la familia colombiana Escobar con Metalco, líder en la producción de aceros recubiertos y conformados que tiene la mayor capacidad de producción de Centroamérica, y es una de las principales empresas del sector de la construcción en Costa Rica. Los Echavarría Olózaga adquirieron en 2013 a Incesa, principal proveedor de soluciones completas para cocinas y baños, con una planta de producción en el país, que cerró en el 2015, pero mantuvo su centro de distribución de productos, de investigación y desarrollo para toda Centroamérica, la fábrica de Grifería Chroma, la dirección general de la compañía y su estructura comercial y administrativa.
El Grupo Empresarial Antioqueño con Nutresa tiene las galletas Pozuelo desde el 2006, cuando adquirió la tradicional empresa que en 1909 fundó Felipe Pozuelo. Desde Costa Rica inició un proceso de expansión en Centroamérica, de tal manera que desde el 2007 Comercial Pozuelo Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Panamá se unieron con el fin de mantener el liderazgo de la región.
El sector agropecuario es importante foco empresarial de los colombianos. Banacol, por ejemplo, produce además del banano, piña, plátano, tropicales (yuca y chayote) y congelados (yuca y plátano). En floricultura han incursionado varios colombianos, entre ellos Alberto Bermúdez Salgar.
Leonisa están en Costa Rica desde 1965, cuando la empresa colombiana decidió establecer una planta de confecciones en Costa Rica para cubrir la demanda centroamericana de su prestigiosa línea de ropa interior femenina y lencería. En 1992 Samy Burstyn propuso a su hermano Yonatan montar juntos una tienda de Totto en San José, bajo el sistema e franquicia, de maletines, mochilas, bolsos, ropa y accesorios, que fue la primera internacional para consolidar la marca en territorio extranjero. Hoy tiene 600 puntos de venta en 33 países.
Para Costa Rica, actualmente y en los últimos 5 años ProColombia ha apoyado a 6 empresas colombianas, 3 pertenecientes a la cadena de industrias 4.0, 2 a Químicos y Ciencias de la Vida y 1 a Agroalimentos:
- COMESTIBLES ALDOR
- ALKAMEDICA S.A.S.
- ABONAMOS
- Heinsohn Human Global Solutions
- Tukarga
- S&P Solutions and Payroll
Unos pocos ejemplos de la presencia de Colombia en Costa Rica que desde el 9 de mayo tendrá en el solio de los presidentes a Rodrigo Chaves.
Te puede interesar:
Rodrigo Chaves, el antisistema que ofreció el cambio, ganó en Costa Rica