Como estamos en modo Mundial Rusia y más ahora que clasificamos, intentaré explicar como futbolera aficionada mi percepción de lo que pasó en el Congreso de la República con la Justicia Especial para la Paz.
En los procesos clasificatorios las Farc, antes de la firma de la paz, habían metido un golazo al establecer un tribunal y unas penas especiales que garantizaran su ingreso en el mundo de las ligas mayores de la política. Ningún exguerrillero, por graves que fueran sus crímenes, pagaría pena privativa de la libertad, ni quedarían inhabilitado para desempeñar cargos públicos. Por esta primera goleada a Colombia, hoy tenemos elegidos cinco senadores y cinco representantes a la Cámara de la lista del nuevo partido FAR.
El segundo partido se jugó después de la firma de la paz cuando el tribunal especial dejó saber que podría juzgar también no combatientes y que los militares involucrados en delitos serían igualmente juzgados por la JEP. En este partido digamos que hubo empate pues lo primero no pasó en el Congreso y lo segundo sí.
La oposición a la Paz perdió frente a los partidarios de la paz,
pero en el segundo tiempo, cuando se dio la elección de presidente,
se revisó en el VAR el resultado y se cambió el marcador
Después vino la elección del nuevo Congreso, que representa algo así como el primer tiempo del partido definitivo para pasar a la siguiente ronda de la clasificación: definir quién gobernaría a Colombia en los próximos cuatro años. La oposición a la Paz perdió frente a los partidarios de la paz, pero en el segundo tiempo, cuando se dio la elección de presidente, se revisó en el VAR el resultado y se cambió el marcador. Así hoy tenemos un Congreso compuesto mayoritariamente por personas proclives a la mirada uribista contraria a los acuerdos de La Habana, pues las curules asignadas a liberales, la U, Cambio Radical y otras organizaciones políticas se cambiaron de lado, dejando solo al presidente Santos y a la bancada de izquierda en la defensa de la JEP.
El último partido, definitivo para el futuro de la Jurisdicción de Paz Se votó la reglamentación de la JEP y los militares lograron ganar el partido, se jugó con la bancada del duquismo en pleno, aunque todavía no se han posesionado ni congresistas, ni presidente.. Ahora las Far tienen un punto y las fuerzas armadas otro. Un empate que tranquiliza el proceso, por el momento.
Ya no habrá un solo tribunal de Especial para los excombatientes, sino dos: uno para los exguerrilleros que se acogieron al acuerdo de paz y entregaron sus armas y otro tribunal, o mejor dicho el mismo pero con otras reglas del juego, para los militares que cometieron delitos en medio del conflicto armado.
Tribunales confeccionados a la medida, para que nadie pague ni un día de cárcel. Los que están ya condenados y con penas establecidas recibirán los beneficios de esta nueva reglamentación de la JEP y saldrán libres a contar la verdad. Más sapos que tendremos que tragar, pero mientras Colombia siga jugando bien en el mundial de Rusia, habrá suficiente entusiasmo como para que no nos sepa tan mal esto de la jurisdicción especial de paz.
Por lo pronto ya estamos notificados que el Congreso a partir del 20 de julio estará sólidamente respaldando lo que diga Uribe… perdón lo que diga su Duque.
En fin, eso de los militares era un gran escollo en la implementación de los acuerdos de paz, nadie quería ver pagando cárcel a quienes combatieron, con la ley o por fuera de ella, a los que atacaban el sistema, esos sí totalmente fuera de la Ley.
Entonces ¡que siga la fiesta!, llegó el uribismo otra vez al poder y al director técnico, Juan Manuel Santos, que venía trabajando por Colombia en estos ocho años lo están despidiendo sus jugadores sin siquiera darle las gracias. ¡Chao Juanma! Te ví.
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