La última década ha marcado una recuperación imparable para Barranquilla. Los índices sociales de la ciudad son asombrosos, la salud da utilidades, la educación tiene coberturas del ciento por ciento, el empleo está por debajo de los dos dígitos y el ambiente de optimismo es evidente entre sus ciudadanos.
Detrás de este logro están los dos últimos alcaldes de la ciudad, Elsa Noguera de La Espriella y Alejandro Char Chaljub.
Ambos construyeron un modelo de gobierno que de manera continua, en los dos periodos de Char y en el periodo de Noguera, llevaron a la capital del Atlántico a ser la capital del caribe colombiano.
Esta situación hizo que en una medición realizada al terminar Semana Santa, que consultaba a los habitantes del departamento sobre su voto a la Gobernación, se detectara un abrumador favoritismo por Elsa Noguera entre los encuestados.
Renunció a la tranquilidad de recién casada al lado de su esposo para buscar la gobernación.
Noguera había afirmado una y otra vez que en sus planes futuros no estaba el ser candidata a nada distinto a una vida tranquila y apacible al lado de su esposo Juan Carlos Hernández, con quien contrajo matrimonio hace menos de dos años.
Asumió finalmente el desafío de presentar su nombre al cargo de gobernadora porque la gente se lo pedía en sus salidas a los municipios como presidenta de la Fundación del Papa Francisco en Colombia...”Por eso el eslogan de esta parte de mi campaña es LA CLAVE ES LA GENTE” Afirma Noguera emocionada por el reto.
Con la convicción rotunda de que hará de cada municipio del Atlántico una Barranquilla, se lanzó a recorrer los municipios de su departamento desde el miércoles pasado.
La acompañamos al primero de ellos, Galapa, donde Elsa goza de un especial cariño.
Allí y gracias a su gestión como alcaldesea de Barranquilla se abrió el camino para que muchas empresas se asentaran en este parque industrial convertido en ciudad y permitieran abrir paso al malecón del río en Barranquilla.
El Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad que impulsó ella le permitió valorizar a los propietarios de las empresas las tierras que colindan con el afluente y gracias a un acuerdo del concejo de Galapa, exonerar de impuestos a esas empresas que se instalaron allí, generaron empleo y permitieron desarrollar a la capital en su margen izquierda del Magdalena.
La campaña de Elsa se hace a pie, con recorridos cortos visitando orgullos, en Galapa no podía estar en sitio distinto que en los talleres de los artesanos que hacen los motivos del Carnaval con una preciosura de joyeros. Piezas icónicas de un evento que es patrimonio de la humanidad y que llena de orgullo a su región.
“El nuestro es un departamento de exportación donde se hacen cosas maravillosas con las que nos exponemos ante el mundo”, dice Elsa emocionada mientras abraza a José Llanos, Rey Momo del Bicentenario, quien hace de la madera una obra de arte para perpetuar las figuras carnavaleras.
“A mí me motivó a aceptar esta candidatura la gente. Me impresiona cuando algunos me dicen que nos queremos quedar con todos. Me parece un irrespeto con el elector. Ellos son los que deciden y en nuestro caso están premiando un modelo de gobierno que ha probado ser exitoso. La gente elige al que quiere y no al que le toca, estamos en la era del voto de opinión,.” dice Elsa con seguridad mientras acaricia una máscara de un torito que acaba de pulir una de las operarias de Llano para empezar a ser pintada con maestría.
"A mí la adversidad me hace crecer", dice con la misma fuerza con que ha vencido su discapacidad.
Elsa tiene una situación de discapacidad superada que la ha convertido en una persona tenaz...” Me han operado tantas veces que ya no recuerdo el número. A mí la adversidad me hace crecer. Mi mamá nunca permitió que cuando niña se me tratara con compasión. Crecí sintiéndome igual que los demás, mis muletas fueron simplemente un apoyo. Hoy tengo huesos fuertes, tanto como mi carácter que me permite hacer lo que quiero y no lo que me toca” sostiene mirándome a la cara y mostrándome un bastón, el mismo que vistió de marimonda en el carnaval pasado para recorrer 6 kilómetros en los barrios del sur occidente de Barranquilla al lado de millares de personas que la saludaban como si se tratara de una virgen, con devoción.
Galapa es el primer “premio de montaña” de una carrera que durará cinco meses y que llevará a Noguera seguramente a un cargo que conoce de memoria...”Mi primer paso por lo público fue en la Gobernación del Atlántico con Carlos Rodado. Fue allí donde entendí que estamos para servir y no para que nos sirvan” afirma apurando un trago largo de agua en medio del calor sofocante de este lugar del departamento que presagia una lluvia al final del día.
El jueves, o sea al día siguiente, Elsa tomaría un avión de madrugada para asistir en Bogotá a la entrega del primer co aval a su campaña, esta vez del partido conservador. “Serán varios” le digo mientras me muestra una sonrisa picara de niña traviesa ...”Esta es una demostración de lo que hacemos bien aquí, mientras el país se divide por la politica, aquí en el Atlántico lo unimos, sumamos y multiplicamos” me dice mientras se sube con destreza de malabarista al vehículo que la llevará a una manifestación nutrida de apoyo y aprecio que la espera al final del día en este lugar que significa tanto para ella, como ella para los habitantes de un departamento donde según dicen sus electores, “Viene lo Bueno”.
