Cuando Ligia Inés Rozo se graduó como odontóloga de la Universidad Nacional había pocas mujeres profesionales en su campo. Fue a mediados de los años 50. Cruzándose en algunas clases en aquel gigante campus universitario conoció a Nicolás Wilches, quien se hizo médico cirujano y en 1954, luego se especializó en radiología. Se casaron un par de años después sin más metas que salir de la Nacional a ejercer sus profesiones. Muchos años después los esposos junto a su hijo fueron los fundadores de la EPS Salud Total, que, junto a otras nueve, le quiere caminar a la reforma de Salud de Petro y acompañar el cambio de modelo que propone este Gobierno; quieren mantener andando su entidad que le costó mucho tenerla donde está.
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Con cartón de la Nacional y con su hijo Nicolás pequeño, los recién casados empezaron a trabajar en sus respectivas carreras hasta que se decidieron por la independencia. Identificaron una gran necesidad de servicios de salud en tradicional barrio Olaya en el sur de Bogotá y fue así como montaron un pequeño consultorio en el que atendían odontología y servicios de radiografías a precios asequibles.
Mientras que los esposos Wilches Rozo atendían a sus pacientes su hijo Nicolás después de las jornadas de colegio hacía de recepcionista, auxiliar de odontología, mensajero y cuanta cosa hubiera por hacer. Los pacientes aumentaban cada dia. Nicolás se decidió también por la medicina.
En 1982 abrieron otro consultorio, el Virrey Solís, también en el barrio Olaya, donde ofrecían una atención más compleja que le abrió el camino a convertirse en una pequeña clínica. Fue una iniciativa de Nicolás, sin saber que se le estaban adelantando a la Ley 100 de 1993 que inauguró el sistema mixto de salud, público privado. La IPS Virrey Solís fue la génesis de un emporio llamado Salud Total.
Lo cierto es que cuando tomó forma la Ley 100, el nuevo modelo de salud y pensión del que fue ponente el entonces senador liberal Álvaro Uribe y firmada por César Gaviria como presidente, los Wilches Rozo, estaban listos con Nicolas como motor de la iniciativa.
Los avances no pararon y cinco años después fundaron el Centro Policlínico del Olaya que se convirtieron los centros médicos más importantes del suroriente de Bogotá y lo siguen siendo 46 años después. La tercera IPS la llamaron Salud Total, que replicaron en Manizales y con este nombre nació también Empresa Prestadora de Servicios de salud.
A la manera de quienes están en el negocio de la salud, los Wilches también armar el esquema de integración vertical, que el Presidente quiere desmontar. Hoy cuenta con cinco millones, el 10% de los afiliados son propios.
Después de más de cuatro décadas en el negocio Salud Total, los Wilches siguen mandando en un negocio en el que trabajan Nicolas y sus tres hermanos, a pesar de que en el 2103 la convirtieron en sociedad anónima.
No solo han sobrevivido en medio de la proliferación de EPS que nacieron en los 90s, sino que están en las ligas mayores con ingresos hasta de $6 billones como los obtenidos en el 2022 sin haber requerido de socios externos. Un emporio familiar que no piensan dejar marchitar.
De allí a que, junto a las EPS, Mutualser, Coosalud, Capital Salud, EPS Familiar y Cajacopi EPS, decidieron hacerle saber al gobierno que estaban listas a acompañar al gobierno y adecuarse a los cambios propuestos en el sistema de prestación de servicios. Los Wilches con Salud Total iniciaran un nuevo camino tal como lo hicieron con la Ley 100, a la que lograron sacar ventajas empresariales sin abandonar su razón de ser: la atención a sus pacientes.