Repsol llegó hace 50 años a Colombia, se llamaba Hispanoil y venía a buscar petróleo en Orocué. La petrolera española cambió su nombre en 1988 y Colombia volvió a ser un país petrolero reconocido tras el hallazgo de Caño Limón en 1983. En esos años los petroleros españoles tejieron alianzas y lograron hallazgos, el último de los cuales es Timanú 1, en Castilla la Nueva, en el Meta, con Ecopetrol. Lo anunció hace un año, en medio de la incertidumbre colombiana por la escasez de hidrocarburos, y a punto de cumplir medio siglo en el país.
Timanú 1 ha revelado la presencia de crudos pesados, muy característicos de la zona, y tiene una ubicación estratégica cercana a los campos Castilla y Chichimene en el departamento donde se extrae gran parte de la producción de petróleo en Colombia. De hecho, a 24 k de Timanú 1está el campo Akacías, operado por Ecopetrol y Repsol en Acacías y Guamal, con una participación de 55 % -45 %, donde 37 de los 74 pozos productores previstos ya están produciendo 21.500 barriles por día.
Repsol firmó el primer contrato en Colombia en 1987 cuando adquirió de Occidental Petroleum (Oxy) una participación del 5 % en la Asociación Cravo Norte, la misma que explota el campo Caño Limón en Arauca. En las casas matrices, Oscar Fanjul era el presidente de Repsol y de Occidental el mítico Armand Hammer. En ese momento pocos entendieron cómo un negocio que implicaba más de $75.000 millones e involucraba parte de los recursos de energía hubiera pasado tan desapercibido. Oxy vendió por USD 272 millones, el 5% de su participación en el Contrato de Asociación Cravo Norte a Repsol, quedándose con solo el 15%.
A partir de 1999 la española empezó a expandir sus actividades en Arauca, una región muy castigada por el conflicto armado, mediante la compra de las participaciones de la empresa estadounidense Arco –Atlantic Richfield Corporation- en los contratos San Miguel y Capachos en Tame. Contrato este último que abandonó en el 2012, en medio de investigaciones de infracciones ambientales.
La apuesta de Arauca
La española siempre ha pensado que hay tres maneras de realizar sus proyectos: uno, asociándose con otra multinacional. dos, asociándose con la empresa estatal, y tres, haciendo el trabajo de buscar y producir el petróleo sola, sin socios. En Colombia los aliados han sido Oxy y Ecopetrol.
Salvo algunas operaciones de los primeros años en Los Llanos y en la Costa, sus operaciones se realizaron primordialmente en Arauca. Por ejemplo, su participación de 6,25 % en el bloque Rondón, donde se encuentra el campo Caricare y en el participa con Ecopetrol y Sierracol Energy, que es la operadora, y es la empresa que surgió de la venta de todos los activos terrestres de Oxy al Grupo Carlyle, organización cuyo presidente Ejecutivo desde su creación, es Tony Hayward.
En Chipirón el proyecto representó todo un reto para la ingeniería porque debía construirse dentro de un estero llamado “El Lipa”, un terreno pantanoso donde se encontraron 312 especies de plantas, 107 peces, 187 aves y 38 de mamíferos. Para preservar la biodiversidad el campo fue construido en una pequeña isla artificial de 3.3 hectáreas de las 20.000 que tiene el estero, conectada mediante un riel (de 3.2 km) a otra plataforma en una zona de tierra firme. El campo está operado en la actualidad por SierraCol, y en el proyecto participa Ecopetrol y Repsol con el 8,75 %.
El esquema se mantiene en el bloque Cosecha, en el que Repsol empezó con 25 % de participación y hoy tiene 17,50% . En Catleya tiene el 50 % con Ecopetrol, que es el operador. Esta área estuvo incluida dentro del antiguo bloque Samoré, que fue objeto de la lucha del pueblo U’wa contra de la Oxy y Ecopetrol. Hace unos meses el presidente de la petrolera estatal, Ricardo Roa, puso a Catleya en la lista de ocho campos para reactivación.
Excepto en el caso de Capachos, Repsol nunca ha manifestado interés alguno de devolver áreas. Pero esta vez su socio Frontera Energy está buscando hacerlo desde hace un año ante los graves problemas de seguridad en la zona.
La multinacional que en Colombia tiene como presidente el español Jesús Chllón Fernández, no ha sido ajena al interés de los desarrollos costa afuera en el Caribe. Ha cinco años le fue adjudicado un bloque de 400.000 hectáreas localizado a unos 100 kilómetros de la costa, frente al departamento de Bolívar. Es operado por la española, que participa con 50 % en consorcio con ExxonMobil, que tiene el 50 % restante.
En Colombia Repsol también tiene lubricantes. Ofrece sintéticos, semisintéticos y minerales para motos automóviles, camiones, maquinaria y aplicaciones industriales que fabrica en España y distribuye en 70 países. No es uno de los más grandes jugadores de petróleo en Colombia, pero sus resultados son sólidos. En 2022 registró utilidades por $253,87 billones y sus ingresas fueron $ 622,25 billones. Su proyecto más interesante es actualmente Akacías y la delimitación y determinación del potencial del nuevo descubrimiento Timanú 1.
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