El pasado viernes 25 de octubre se entregaron en Oviedo, España los premios Príncipe de Asturias, dentro de los premiados cabe resaltar los siguientes:
Annie Leibovitz – Comunicaciones y Humanidades
Nacida en Waterbury (Connecticut, EE.UU.) el 2 de octubre de 1949, Anna-Lou, “Annie”, Leibovitz estudió pintura y fotografía en el Instituto de Arte de San Francisco. En 1970, antes de terminar sus estudios, empezó a trabajar en la revista Rolling Stone, de la que tres años más tarde sería jefa de fotografía. En 1983, cuando sus fotografías ya habían ilustrado 142 portadas, dejó esta publicación para unirse al lanzamiento editorial de la nueva Vanity Fair, de la que actualmente es contributing editor. Desde 1998 también trabaja para Vogue, en la que ya había publicado con anterioridad.
Annie Leibovitz se ha convertido en una de las fotógrafas más respetadas en los ámbitos cultural y político de Estados Unidos. Ante su objetivo han posado, escritores, personalidades del rock, de la danza y del deporte, líderes políticos y prácticamente todas las grandes estrellas de Hollywood. Su trabajo se caracteriza por una cuidada y sofisticada puesta en escena, así como por una estudiada iluminación que dota a sus fotos de una ambientación característica.
Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, Leibovitz fue designada “Leyenda Viva” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en 2000 y ha sido reconocida con la Barnard College Medal of Distinction, el Infinity Award in Applied Photography del Centro Internacional de Fotografía (EE.UU., 2009) y el Los Angeles Museum of Contemporary Art Award to Distinguished Women in the Arts (2012), entre otras distinciones.
Michael Haneke – Premio Artes 2013
Considerado "el poeta del desasosiego cinematográfico", Michael Haneke (Múnich, 23 de marzo de 1942) estudió Filosofía, Psicología y Teatro en la Universidad de Viena. Su penetrante y radical mirada sobre la sociedad le ha permitido explorar terrenos desconocidos hasta convertirse en uno de los más destacados autores del cine contemporáneo europeo. En 1997 alcanzó fama internacional con Funny Games, un juego macabro de terror y humillación.
En 2000 rodó Código desconocido. Al año siguiente La pianista, basada en la novela homónima de la Nobel de Literatura Elfriede Jelinek, obtuvo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes. Luego con Caché (2005), donde narra los estragos que causa en una pareja la aparición de vídeos de su vida cotidiana filmados sin su conocimiento, recibió, entre otros muchos galardones, el premio al Mejor Director en Cannes y Mejor película y Mejor Director en los Premios del Cine Europeo 2005. La cinta blanca (2009) es el retrato en blanco y negro de una comunidad rural dominada por la hipocresía, la rigidez moral y la educación autoritaria. Aclamada internacionalmente, fue reconocida con la Palma de Oro del Festival de Cannes, Mejor Película, Guión y Dirección en los Premios del Cine Europeo y el Globo de Oro. Con su último trabajo, Amor (2012),un retrato de la incondicionalidad del verdadero amor y de la desolación y desesperanza del deterioro físico de la vejez, Haneke volvió a conquistar la Palma de Oro de Cannes y ganó otro Globo de Oro y el Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa.
Antonio Muñoz Molina – Letras 2013
Nacido en Úbeda (Jaén) en 1956, Antonio Muñoz Molina empezó a estudiar Periodismo en Madrid y se trasladó después a Granada, en cuya Universidad se licenció en Historia del Arte y donde vivió durante veinte años. A lo largo de los años ha colaborado como articulista en la prensa, publicando en ABC, El País, Ideal o las revistas Muy Interesante y Scherzo.
Intelectual comprometido y observador escrupuloso de la realidad, Muñoz Molina concibe la escritura como un atesoramiento personal de experiencias compartidas, como “una persecución del fugitivo momento en que el recuerdo se trueca en deslumbradora certeza estética”.
Para Muñoz Molina “el escritor continúa el oficio inmemorial de los narradores de cuentos, que daban forma mediante relatos orales a la experiencia compartida del mundo. Contar y escuchar historias no es un capricho, ni una sofisticación intelectual: es un rasgo universal de la condición humana, que está en todas las sociedades y arranca en la primera edad de la vida”. Es autor de las novelas El dueño del secreto (1994), Ardor guerrero (1995), Plenilunio (1997), Carlota Fainberg (1999), En ausencia de Blanca (2001), Sefarad (2001), El viento de la luna (2006), Días de diario (2007) y La noche de los tiempos (2009). Además de El Robinson urbano, ha publicado las recopilaciones de artículos Diario del Nautilus (1986), Las apariencias (1995), La huerta del Edén(1996) y La vida por delante (2002); los libros de relatos cortos Las otras vidas (1988) y Nada del otro mundo (1993) y los ensayos y libros de no ficción La realidad de la ficción (1993), ¿Por qué no es útil la literatura? (1994, con Luis García Montero), Pura alegría(1998), Ventanas de Manhattan (2004) y Todo lo que era sólido (2013).
Traducido al alemán, francés, inglés, italiano y portugués, Muñoz Molina ha recibido entre otros, además de los ya mencionados, el Premio Jean Monnet de Literatura Europea, el Prix Méditerranée Étranger (Francia, 2012), el Premio Jerusalén (2013) y el Premio Qué Leer, concedido por los lectores de la revista homónima. Desde 1995 es miembro de la Real Academia Española.