En plena campaña a la congreso Cathy Juvinao recorría las calles de su ciudad, Barranquilla, entregando volantes en donde aparecía al lado de Ariel Ávila el candidato al Senado por el Partido Verde, de quien sería su fórmula para la Cámara. Aunque no se inscribió para representar su departamento el Atlántico, lo hizo por la suscripción de Bogotá donde el voto de opinión tenía mayor espacio y la elección del 13 de marzo del 2022 se lo comprobó.
Graduada de comunicaciones de la Universidad del Norte, esperaba convertir sus 338 mil seguidores de Twitter (ahora X) en votos conseguidos gracias a su veeduría al trabajo de los congresistas, Trabajen vagos- . El 21 de noviembre de 2021 presentó el informe que tituló Los vagos del zoom que mostró el ausentismo de los 106 senadores en las sesiones virtuales durante la legislatura de la pandemia –julio 2020 a junio del 2021-, señalando que solo hicieron quorum completo para la sesión del 27 de agosto del 2020 en la que se eligió mayoritariamente a la Procuradora, Margarita Cabello.
Desde el inicio de la veeduría en el 2018 unido a su activismo en redes sociales tenía como colofón llegar al Congreso. Se proponía, golpear a los parlamentarios que tanto había atacado desde las entrañas del monstruo.
Se había encontrado con Ariel Ávila en el combate desde las redes sociales las equivocadas políticas sociales del presidente Iván Duque que terminaron en el Estallido Social del 2019, pero también en el activismo en redes donde el entonces académico subdirector de la Fundación Pares se había hecho a un nombre por el análisis a los clanes y las mafias que habían hecho del Congreso un negocio.
Ariel Avila decidió lanzarse a buscar una curul en el senado por el Partido Verde, con el apoyo de Claudia Lopez y Angelica Lozano. Una de sus estrategias fue hacer equipo con cinco jóvenes figuras regionales que todos resultaron elegidos representantes a la Cámara. Cathy Juvinao fue uno de éstos.
Para las elecciones presidenciales el Partido Verde dejó en libertad a sus militantes. Un grupo grandes de los verdes, incluidos Angelica Lozano, Ariel Ávila, Catherine Miranda y Cathy Juvinao se pusieron la camiseta del Pacto Histórico y apoyaron a fondo a Gustavo Petro logrando unos resultados importantes en Bogotá.
Con Petro presidente, el Partido Verde entró a formar parte de la coalición de gobierno con las banderas de lucha contra la corrupción y el apoyo a las reformas sociales, además de la reforma política, combatir el ausentismo, reducir los ingresos y los periodos de vacaciones. Pero Juvinao no es de militancias obedientes y nunca ha dejado la independiencia de su voz, primero en twitter y luego desde la curul que se ganó a pulso. Precisamente por ser crítica y hablar claro, algo que forma parte de su talante personal.
Las peleas internas por la reforma de la salud
Por esas coincidencias que se dan en la dinámica parlamentaria, dos representantes del equipo que apoyó Ariel Ávila para el senador, terminaron de protagonistas en el trámite de la Reforma a la Salud. La tolimense Martha Alonso fue una de las ponentes en la Comisión Séptima mientras Cathy Juvinao una de sus grandes detractoras.
Alfonso había trabajado con Petro en la alcaldía de Bogotá, con lo cual la bancada del Pacto le guardaba confianza que la representante honró a la hora de no superar complicados obstáculos en el trámite en la Comisión. En contraste sus compañeras de bancada Juvinao y Katherine Miranda han insistido en el archivo del proyecto, en parte por falta de respaldo presupuestal. Sus críticas han ido al punto de denunciar que el gobierno está ofreciendo dádivas, a la antigua usanza, para conseguir votos al menudeo. La posición de Juvinao es clara: aplazar la propuesta de la Reforma unos meses para que exista una supervisión de expertos, organizaciones de pacientes y de médicos. Ha sido vehemente en su discurso.
Sigue siendo una twittera fogosa con al menos 12 trinos diarios, en donde priman sus posiciones sobre cualquier compromiso político adquirido. Se siente cómoda dando palo y sabe que allí está su fortaleza frente a la opinión, más cuando se trata de un gobierno con una imagen negativa que se acerca al 70% de favorabilidad.
Y en esta lógica individualista, su relación política con su mentor Ariel Ávila ha volado en mil pedazos. El punto crítico fueron las elecciones locales de octubre y en particular la alcaldía de Bogota. Juvinao anunció su apoyo a Carlos Fernando Galán desconociendo las diferencias radicales de Avila con el candidato del Nuevo Liberalismo.
Catherine Juvinao va a lo suyo, tiene un camino trazado con el twitter como su mejor arma, ahora complementada con furiosos discursos, casi incendiarios que recogen los medios con facilidad y que la han proyectado como la temible congresista capaz de enfrentarse a quien se le atraviese.