Preocupado por la suerte y salud del departamento sureño, a quien el gobernante de turno ha llamado del Corazón del Mundo, en un afán por darle sonoridad publicitaria, como lo hace con todas las pequeñas cosas que se inventa, para salir del paso ante las realidades reales que padece el terruño, me he puesto a indagar como está el miocardio de la tierra de todos los verdes.
Lo que se puede establecer después de dialogar con diferentes sectores, que actuaron como partes del aparato que mide las palpitaciones del órgano más sensible que posee el cuerpo humano que el corazoncito padece de graves afecciones administrativas, generadas por la incapacidad y falta de responsabilidad de quienes lo administran.
En materia de salud, el panorama se puede establecer que el otrora reconocido como el Hospital Universitario de gran prestigio y calidad a nivel de Latinoamérica, hoy padece de un mal agravado que lo han llevado al borde de estar en riesgo de naufragar, debido al mal tratamiento que se ha dado por parte de la administración Romero. Todo por no descontentar al parlamentario liberal que apadrina al actual gerente, que sin haber ganado el concurso para estar en el cargo se mantiene ahí a pesar de que quienes ganaron el concurso han interpuesto tutelas que han salido favorables a quien las han planteado, porque la administración desconociendo el resultado del concurso realizado por una prestigiosa universidad, le montaron unas arandelas al mismo buscando beneficiar al candidato que interinamente gerencia a la máxima entidad hospitalaria del departamento.
Lo que agrava la situación, es el hecho de que existen tres informes sobre el escenario administrativo y financiero, que son totalmente controversiales, uno el oficial de la entidad, otro de la revisoría fiscal y un tercero de la Contraloría, razón por la cual un buen número de diputados han propuesto contratar una auditoría externa que dirima la controversia.
La interinidad genera serios problemas a la hora de tomar medidas de fondo para redireccionar el funcionamiento administrativo y financiero del ente hospitalario.
Un segundo síntoma de taquicardia que padece el corazón del mundo se relaciona con el sonado caso de la venta non sancta de 80.000 cajas de aguardiente, que describimos en un artículo publicado en este portal, con el nombre de El “negocio” de licores que tiene emproblemado al gobernador de Nariño, del 15 de mayo, con basta audiencia y recepción. Ahora está en estudio e investigación de la Fiscalía General de la Nación. Algunos de los fiscales que hacen parte del equipo de investigación, consultados por nosotros, nos han manifestado que existen los suficientes méritos y pruebas para que el ente fiscalizador sentencie en justicia antes de finalizar el año, lo que probablemente podría traer como consecuencia el llamamiento a elecciones para elegir al sucesor del actual gobernador. Quien oficiaba como gobernador encargado en el momento de realizar el contrato de venta del licor, actual Secretario de Planeación, es un testigo clave en el proceso y según destacados juristas, debería escoger el camino de atestiguar en razón para evitar un carcelazo y lograr una pena de casa por cárcel, como lo hizo el señor Tapias en el caso del carrusel de la contratación en Bogotá.
La tercera gran falla que violenta la posibilidad de que los niños y jóvenes del departamento puedan educarse con la calidad tiene que ver con el amañado convenio de conectividad, firmado entre el departamento y la alcaldía que preside el padre del joven gobernador. Sucede que en una supuesta “defensa de lo público” la gobernación, contrató los servicios de la empresa UNIMOS, de propiedad del municipio de la “Capital del Sur” como le llaman ahora los Romero a Ipiales, pero que en el momento de contratar estaba en proceso de liquidación, según lo manifestaron varios diputados en sesión de la Asamblea Departamental, el contrato es por tres mil trescientos millones de pesos y que el objeto fundamental era brindar conectividad a las instituciones educativas del departamento de Nariño no descentralizadas, y a quien le han hecho un avance significativo. Según el informe presentado ante la Duma Departamental la empresa no ha cumplido con lo pactado, de ahí que la Asamblea ordenó al departamento el no pago del contrato, y no como anda pregonando el locutor, que funge como gobernador, que fue él quien ordenó el no pago. Es bueno aclarar, que este contrato como otros, carecen de Interventoría, porque el clan Romero, maneja los recursos públicos como si fueran de la familia. Este convenio está a la espera que una comisión supervisora, determine el porcentaje de cumplimiento de lo contratado y se pague según el resultado.
El robo de 14.000 estampillas del impuesto al aguardiente, según la administración está en manos de la Fiscalía para que acuse a los responsables del acto delictuoso.
El próximo martes 18, en el recinto de la Asamblea Departamental, se realizará un debate sobre un jugosísimo convenio realizado entre el gobierno departamental a través de la Secretaría de Agricultura y sin interventoría con una fundación, que supuestamente realizó un trabajo social y en tiempo récord, con la comunidad de Sucumbíos.
Estos son los resultados del electrocardiograma realizado al Corazón del Mundo que deja en ascuas a los nariñenses que solicitan se busquen los paliativos que el caso amerita.