“Ser de izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral" —José Ortega y Gasset.
La democracia no es el problema, es única; lo que conocemos y tenemos. Ahí cabemos, logrando equilibrio con libertades y una justicia que contenga los libertinajes. Su fractura se da por esa clase política —viciosa, amañada— y por el elector primario —cazado en sus debilidades por las campañas partidarias de baja moral—.
Para conservar la democracia debemos ejercer con propiedad el voto —si no es en blanco— sería por el aspirante que lanzó propuestas convincentes —sin necesidad de partidos—, pero al que investigaremos en su vida privada y pública, y le haremos seguimiento: hasta que cumpla.
Con los candidatos debemos tener en cuenta que leen un guion —lo escribe un experto en captar lo que tu oído quiere, repitiendo las necesidades, lo hacen sin importar su veracidad—. Ellos lo releen, y siguen una puesta en escena ante sus electores, actuando amables, asertivos y humildes… hasta convencerlos, sumar votos... y luego ignorarlos; lo hacen como aporte a un negocio —así se entiende la política— que les dará réditos, poder y un futuro con arcas llenas, contactos y renombrada hoja pública y, a sus allegados, una encumbrada vida privada. No creas eso de que se candidatizan para ayudarte; si lo interpretas como una oportunidad que le das con tu voto para un puesto público, cuando lo logre le podrás exigir, como en cualquier empresa, a que cumpla con su trabajo o se va.
Con el voto descontaminado nos reinventamos, acabamos a esa clase política actual, de corruptela —mírese nada más el robo continuado en obra y bien público, el que pagas con tus impuestos—. De esos gamonales y sus políticos, los que se digan no corruptos, deben demostrarlo denunciando a los que sí; si siguen en connivencia con ellos: son cómplices indirectos.
Con el voto propio evitamos que los de cuento populista y discurso para tontuelos, que roban lo de todos y suben al poder a reprimir, matar y expropiar, no rompan nuestra amada democracia.