*Acabada la campaña por el plebiscito del 2 de octubre, comienza la carrera por la presidencia de Colombia. Lo que pase con los acuerdos será clave y también será el eje de varias campañas. Ya se habla de muchos candidatos para reemplazar al presidente Santos: Vargas Lleras, Alejandro Ordoñez, Jorge Robledo, Humberto de la Calle, Gustavo Petro, Oscar Iván Zuluaga, Sergio Fajardo, entre otros; pero poco o nada se escucha el nombre de alguna mujer.
En la historia de Colombia han habido más de 15 candidaturas presidenciales femeninas pero ninguna ha llegado siquiera a segunda vuelta. No se descarta que en el 2018 haya alguna aspirante, ya que en la actualidad hay mujeres muy activas políticamente, con muchas visibilidad y respaldo popular, de manera que dentro de dos años podrían presentarse este tipo de candidaturas o en su defecto, fórmulas vicepresidenciales de algún hombre. Así, se puede afirmar que dentro de los partidos, las elecciones de candidatos tendrán aroma a mujer.
Comencemos por los partidos tradicionales. El Partido Liberal tiene una ficha femenina que se asoma como candidata presidencial, la ex fiscal y hoy senadora Viviane Morales, la cual está promoviendo el referendo contra la adopción gay, algo sobre lo que probablemente la Corte Constitucional falle en contra por ser inconstitucional al violar los derechos de la comunidad LGTBI; pero su promoción en un país tan católico como Colombia da numerosos votos (como en el caso de la difunta Gilma Jiménez que promoviendo la cadena perpetua ganó más de 200.000 votos al Senado). Así pues, la Senadora Morales con sus 53.838 votos al congreso, aspiraría a ser la candidata presidencial por el Partido Liberal.
Del lado del Partido Conservador no hay cuota femenina, pues la mujer con más visibilidad, Marta Lucia Ramírez, del sector uribista del Conservador, se distanció del partido. Lo más probable es que ella se vaya al Centro Democrático lo cual dejaría al conservadurismo sin una precandidata mujer, ni del ala gobiernista, ni de la uribista.
En la izquierda sobresalen dos mujeres que podrían aspirar a una candidatura presidencial: Clara López y Piedad Córdoba. La primera contó con el respaldo de dos millones de votos reflejados en las pasadas elecciones presidenciales, y con una buena votación que logró para la alcaldía de Bogotá. Su campaña podría tener el eje de La Paz. Clara abiertamente ha dicho que quiere ser candidata presidencial por el Polo Democrático Alternativo, pero la tendrá dura internamente, pues el senador Jorge Robledo también aspira a ser el candidato del Polo para el 2018, y al parecer viene con más respaldo de los militantes polistas que ella, por haber aceptado ser ministra de trabajo del gobierno Santos.
Por otro lado, Piedad Córdoba, tras levantada sus dos sanciones, ya empieza a mostrarse como aspirante a ocupar la Casa de Nariño. Con la unión de varias fuerzas de izquierda y centro-izquierda, su eje también podría ser La Paz; la plataforma sería el movimiento Marcha Patriótica, o un frente de unidad por la paz y no el Partido Liberal. Sin embargo, ha dicho públicamente que antes de ser candidata presidencial aspiraría a estar en una posible Asamblea Nacional Constituyente.
Por el uribismo hay tres mujeres que cuentan con mucha visibilidad y aspiración, las cuales buscarán tener la “bendición” de Álvaro Uribe. Estas mujeres son, del Centro Democrático, la senadora Paloma Valencia y la representante María Fernanda Cabal, y por la disidencia del conservadurismo Marta Lucía Ramírez, la cual está trabajando de manera cercana a Uribe en lo que se refiere al Proceso de Paz. Tanto la primera como la segunda, han tenido muchas salidas en falso en debates y conferencias, pero dentro de parte del Cento Democrático cuentan con mucho apoyo y respaldo ya que son de las cabezas más visibles y activas del partido; además María Fernanda Cabal y su esposo hacen parte del sector ganadero, uno de los más importantes y con más poder dentro del uribismo.
Marta Lucía Ramírez podría recoger más votos, pues además de tener simpatía con los militantes del Centro Democrático, también la tiene con los militantes conservadores. El expresidente no ha dicho públicamente a quien le dará el aval para ser su candidato, aunque lo más probable es que sea uno de los tres voceros del Centro Democrático de la campaña por el NO.
La Alianza Verde cuenta con una mujer que tiene mucho caudal electoral. La senadora Claudia López es hoy por hoy la política más influyente en Colombia. Cada entrevista, foro y plenaria aumenta el número de sus seguidores, y además los electores la ven como una opción centro, “ni fría, ni caliente”, diferente a los políticos tradicionales. Su lucha contra la corrupción genera la admiración de los jóvenes. Aunque la senadora ya dijo públicamente que no quiere seguir en el Congreso, sino que se va a ir de lleno en sus estudios politológicos, no se descarta verla en una formula vicepresidencial con el Ex gobernador Sergio Fajardo y su movimiento “outsider” Compromiso Ciudadano.
No se puede dejar a un lado a la ex ministra de educación Gina Parody, que cuenta con dos as bajo la manga: la comunidad LGTBI y el programa Ser Pilo Paga. Estas dos cartas, aunque le suman votos a su favor, también le puede dar una amplia desfavorabilidad; en primer lugar porque en Colombia parece que los católicos son una fuerza votante que influye mucho y fueron la oposición de sus cartillas de género, y por el otro lado, a muchos colombianos no les convenció el programa educativo de Gina. Pese a que ella se distanció del partido de la U (ejemplo de esto es que aspiró a la alcaldía de Bogota por firmas y no por el partido), en muchas columnas de opinión la ponen como precandidata presidencial de dicho partido. ¿Volverá al partido? y si lo hace ¿aspirará a una candidatura presidencial o nuevamente a la alcaldía de Bogotá ?
Las posibilidades de que una mujer aspire a ser precandidata presidencial en el partido Cambio Radical y en el movimiento Progresitas son nulas, los cuales ya tienen sus candidatos únicos hace mucho tiempo: German Vargas y Gustavo Petro respectivamente.
Estas mujeres, tienen que comenzar a hacerse notar no solamente con los militantes de sus partidos sino también con el pueblo colombiano, la lucha interna y externa la deben de dar para ir cautivando cada vez mas votantes. Estas presidenciables son de las políticas más influyentes actualmente y no necesitaran de un esposo presidente como en muchos países de América para poder estar en unas elecciones presidenciales, ellas mismas tienen su caudal electoral y no necesitan el empujón de un marido, eso marca un hecho importante para la política Colombiana, que cada vez progresa más en temas de participación femenina en los cargos públicos y políticos.