País tropical es una canción del carioca Jorge Ben Jor dedicada a su patria, el gigante Brasil. La tonada tiene numerosas versiones. Te recomiendo la de Sérgio Mendes. Si escuchas otras y te inclinas por una distinta, recuerda que entre gustos no hay disgustos. Y menos en cuanto a afinidades musicales superestructurales. Expresa la letra del tema:
Moro num país tropical, abençoado por Deus
E bonito por natureza (mas que beleza)
Em fevereiro (em fevereiro)
tem carnaval (tem carnaval)
Te traduzco: Vivo en un país tropical, bendecido por Dios / Y hermoso por naturaleza (pero qué belleza) / En febrero (en febrero) / tiene carnaval (tiene carnaval).
Como sabes si me sigues, anexo detalles puntuales como plus cultural. Por tanto, déjame decirte que los gentilicios «brasilero» y «brasileño» son aceptados por la RAE. Me parece mejor el primero por concordar con la voz portuguesa 'brasileiro', la cual designa al natal del segundo país más poblado de nuestro continente Aviayala (este es el nombre real de esta porción de tierra rodeada de mar, dado por aborígenes gunas antes de la llegada de los chapetones, digo, españoles). Esa nación vecina alberga unos 210 millones de habitantes, o sea que tiene unas cuatro veces las almas de Colombia.
Otro punto a aclarar es que hay propagandas turísticas que identifican lo «tropical» con playa, brisa y mar. Puro mito publicitario. Vacatápolis, Bacatá o Bogotá, por decir algo, es una ciudad tropical. Es así porque nuestra capital se encuentra en el espacio que delimitan dos paralelos terráqueos denominados como trópicos de Cangrejo y Capricornio. Esto lo puntualiza la RAE en una acepción de «trópico»: “4. m. Región de la Tierra comprendida entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio”.
Dije 'Cangrejo' por no meterme con el destemple que sabemos y al cual la ciencia le busca cura y vacuna.
Para terminar este apunte geográfico, debo decirte que Vacatápolis ─2.600 metros más cerca de las estrellas─ es la tercera capital más alta del mundo, después de las gélidas Sucre, capital de Bolivia, y de Quito, Ecuador.
En el próximo mes de octubre habrá elecciones por allá, a fin de elegir presidente y congresistas. En mi opinión, Presidente debe ir con mayúscula para diferenciarlo de otros de comités, juntas, consejos, asambleas, comisiones, directivas, etc.
En Colombia votamos un día por el dúo dinámico presidente-vice, y otro por senadores y representantes a la Cámara. El Estado paga doble gasto. Bien se puede matar dos pájaros de un tiro y ahorrarle al erario. ¡Hey!, congresistas de $35 millones mensuales, ¿podrían presentar una reforma en este sentido?
Quizás la oligarquía ve peligroso el efecto líder-caudillo-populista en comicios regionales. En especial el presentado en las elecciones que le robaron al general (r) Rojas Pinilla en 1970, cuando la oposición, la Anapo, logró más de un tercio de los congresales. Ese fecha electoral, el famoso 19 de abril, no solo se eligieron Presidente y parlamentarios, sino también diputados y concejales. Así podría volver a ser. Todo de un totazo y sería tremenda economía.
El sistema usado para la elección presidencial brasilera es idéntico al nuestro. Si Lula logra más del 50% de los votos, es elegido de una. Si ningún aspirante logra al menos la mitad más uno en las papeletas, entonces habrá balotaje el último domingo del mismo mes de octubre, en la que solo participarán los dos con más sufragios de la primera vuelta, y el ganador será el mandamás de Brasil durante cuatro años.
Como ya sabrás, esta es otra contienda para alquilar balcón.
Sucede que hoy día la mayoría de países de Suraviayala está en el carril de la izquierda: Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Venezuela. Brasil entraría al cuento. El resto son Ecuador, Paraguay, Uruguay y todo lo que hay por ahi, o sea dos países a veces olvidados, Guyana y Surinam. Cabe también anotar que un pedazo del continente, la Guayana Francesa, todavía es colonia. Tiene 260.000 habitantes. Más residentes tiene Fontibón.
Bem, vamos esperar por isso este dois de outubro.
Si vence la derecha, el rumbón podría estar amenizado por Iván Villazón y Jorge Celedón. Si triunfa la izquierda, a lo mejor la fiesta-fiesta la amenizará Poncho Zuleta, que seguro gritará a voz en cuello:
─¡Vei, primachu, no me joñe, se volvió a voltiá la arepa!
Y ahí mismo sonará La brasilera, letra de Rafael Escalona…
Yo la conocí una mañana (bis)
que llegó en avión a mi tierra
Y cuando me la presentaron
me dijo que era brasilera
Ay seguro cruzó la frontera
Pa' vení a meterse a mi alma (coro)
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