El reciente resultado electoral en Alemania favoreció significativamente a la UDC(Unión Demócrata Cristiana) y a la Canciller Angela Merkel, reelegida para un tercer mandato. Sin embargo, la UDC no logró la mayoría requerida para armar gobierno. Su gran aliado, el Partido Liberal Demócrata, no alcanzó el mínimo requerido(5%), salió del Parlamento. Merkel está obligada a pensar en otras alianzas. Como opciones factibles están la Socialdemocracia y los Verdes, pero en estos partidos hay resistencia interna a apoyar el proyecto neoliberal liderado por Merkel. Los militantes de base juzgan estas alianzas como traición, porque en la campaña sus consignas se diferenciaron notablemente
Se ha planteado también una “gran coalición” mediante una consulta general a todos los partidos. En cualquier caso, Merkel tendría que desviarse de su fundamentalismo neoliberal y eso no parece posible porque en Alemania la política está subordinada a los intereses de los grandes empresarios y financieros que son los que desde hace rato, vienen decidiendo el rumbo del país, aún bajo gobiernos socialdemócratas. Por eso no es de esperar grandes cambios a favor de las mayorías afectadas por la crisis; tampoco se plantean reformulaciones frente a Europa
El gran poder económico –en Alemania y en toda la UE- está empeñado en seguir desmontando el modelo social de bienestar común y para ello necesita controlar el parlamento y las instituciones representativas. Por eso en la campaña, los grupos de presión insistieron en que lo bueno para las grandes Corporaciones y para los bancos es bueno también para los ciudadanos del montón; a éstos y a muchos políticos los han convencido de cosas poco ciertas. Dicen que Alemania financia al resto de Europa, que España, Grecia y Portugal urgen de rescates multimillonarios porque despilfarraron recursos y se excedieron en gastos; que se imponen la austeridad y la reducción de salarios y del gasto público. No es así. Los bancos y las grandes empresas alemanas han sido los más favorecidos con la Unión Europea y con un euro diseñado a su medida; los rescates salvan más bien a los financieros alemanes con enormes inversiones en toda la UE, acompañadas a menudo de sobornos y prácticas corruptas; fue la banca alemana la que, sin escrúpulo alguno, impulsó y financió las burbujas de consumo excesivo y ha promovido las privatizaciones y la reducción de las inversiones sociales, todo lo cual le ha favorecido.
También en Europa hay “súbditos dóciles”, desinformados por unos medios al servicio del poder económico. Lo que ocurra en Alemania incide en Colombia a través del TLC con la UE. Por eso conviene estar alerta!