Tras la velada electoral en la que Sebastian Kurz y los demás líderes partidarios se cruzaron platós de televisión, el futuro político de Austria seguía siendo poco claro este lunes. El Canciller saliente y líder del Partido Popular Austríaco (OVP) no dio ninguna pista de con quién piensa gobernar, tras recabar el 37% de los votos. Porque incluso si la victoria de los conservadores es más amplia de lo previsto en las encuestas, deben formar una coalición con al menos otro partido.
Sobre el papel, tiene tres o incluso cuatro opciones: reconectarse con sus anteriores socios del FPÖ, pero el partido de extrema derecha, al que se le atribuye el 16%, ha perdido 10 puntos, muy debilitado por el escándalo del “Ibizagate”, y los casos de malversación de fondos que han marcado la campaña.
"Paradójicamente es la única alternativa que podría ser viable, coaliarse con el Partido de la Libertad (FPÖ), con quien además comparte determinados objetivos como el tema de la inmigración y la rebaja de impuestos. No obstante, este domingo por la noche, el presidente de la ultraderecha dijo que no quería coaliarse con el partido de Kurz, eso lo veremos", analiza para RFI, el especialista en Europa central Carlos Puente.
Otra mal desempeño en las urnas es el de los socialdemócratas del SPÖ, con un 21,8%, lo que hace improbable una alianza con los conservadores, sobre todo porque la líder del partido, Pamela Rendi Wagner, no se lleva bien con Sebastian Kurz. "Es poco probable por la experiencia pasada antes del 2007", explica Carlos Puente.
Eso deja la opción ecologista. El Partido Verde regresa al Parlamento y alcanza una lugar honorable con el 14%. Esta coalición ya existe en Tirol, pero a diferencia de los otros dos casos, nunca se ha puesto a prueba a nivel nacional. Y en varios temas, como el impuesto al carbono o la distribución de los refugiados en Europa, los puntos de vista son diametralmente opuestos.
Solo un 32% de los electores de los Verdes son favorables a una coalición con el OVP, que sería inédita en Austria. En el bando conservador hay aún menos partidarios de esta alianza (20%).
Por último, Sebastian Kurz también podría decidir, a falta de algo mejor, establecer un gobierno minoritario. "Como última alternativa, podría gobernar en minoría y hacer acuerdos puntuales con liberales y ecologistas", concluye Carlos Puente. En resumen, una cosa parece clara hoy: la política austriaca no ha terminado con las turbulencias.
*Artículo originalmente publicado en Radio Francia Internacional, bajo el título de "Austria: Kurz enfrenta el desafío de encontrar un aliado para gobernar"