Elecciones de 2026 ¿Volver al pasado? ¡Ojalá no!

Elecciones de 2026 ¿Volver al pasado? ¡Ojalá no!

¿Será que volveremos a la desgracia de la extrema derecha, estilo Milei? Optar por cualquier partidario del matarife sería fuente de corrupción privada y estatal

Por: Fernando García Ortega
febrero 22, 2024
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Elecciones de 2026 ¿Volver al pasado? ¡Ojalá no!
Fotografía: Canva

Me pregunto y les pregunto compatriotas:

¿Será que volveremos a la desgracia de la extrema derecha, al estilo Milei? Me resisto a creerlo. ¿La del fotocomparendo y grúas particulares de cierto expresidente medio manco? La de peajes por carreteras inexistentes y  concesiones eternas al banquero de turno? ¿La de entrega de inmuebles de los mafiosos a la madrecita del porcino expresidente? ¡Espero fehacientemente que no!

Hay que proteger el régimen pensional de prima media sobre el de los fondos privados, sería una estupidez descomunal no hacerlo, seguir enriqueciéndolos, en vez de fortalecer a COLPENSIONES.

Y espero que este gobierno aumente las mesadas anualmente en la misma proporción del salario mínimo, para poder mantener el poder adquisitivo de las mismas, porque si volvemos a elegir a la godarria maldita, tratarán de eliminar el régimen de prima media y volver al negocio de Sarmiento y otros tres cacaos, sin que nadie haga nada al respecto; tres millones de pensionados saldríamos perjudicados.

¿Será que vuelven a elegir a Popolo, partida de ignorantes? ¿Y a la Cabal, que desconoce cabalmente el significado de su apellido? No pueden votar nuevamente por semejante dúo maravilloso, de un esclavo renegado de la etnia y una mujer tan retrógrada

Optar por cualquier político partidario del innombrable matarife, es fuente de la corrupción privada y estatal (cámara, congreso, grandes cortes, los entes de fiscalización ), es premiar a los culpables del subdesarrollo y pobreza en que hemos vivido.

¿Será que volvemos a la tragedia anunciada y organizada de Electricaribe, Saludcoop, Odebrecht, Hidroituango, puentes caídos, contratación pública amarrada, elefantes blancos y más de 150 empresas saqueadas? ¿Dejamos otra vez todo en manos de los gamonales que se turnaban con cada mandato el saqueo sistemático del erario? ¿Retornarán las prebendas a bancos y sus dueños de falta absoluta de escrúpulos? No, pueblo mío, no seamos tan estultos nuevamente.

¿No quisieran que se cumpla la ley, que se persiga la corrupción, que se castigue a los delincuentes? Yo si. Que se acabe la casa por cárcel para los perfumados, la contratación estatal amañada y los jueces y fiscales que negocian el vencimiento de términos con mafiosos, políticos o funcionarios públicos.

Si quiere volver con los políticos de siempre, no se quejen después.

Porque este gobierno progresista está en procura de la inversión social gigantesca para los más necesitados. Y los recursos actualmente insuficientes, podrían conseguirlos de sobra si eliminan exenciones tributarias de más de 80 billones al año.

Además podría reducir el ejército y la Policía al 50% de sus integrantes actuales y conseguir 40 billones adicionales; también debería rebajarle los salarios a senadores y representantes en proporción al tiempo laborado, que no llega a medio tiempo, al básico en 15 millones; también quitarles beneficios de celular, pasajes aéreos, vehículos blindados, prima de apartamento en Bogotá, viáticos, horas extras; que paguen su prepagada, que se pensionen con el 65% de promedio de lo devengado en los últimos diez años como todo colombiano, a los 62 años.

E igualmente se podría elegir un senador y un representante por cada departamento. No necesitamos más. Así ahorraríamos 160 mil millones más y hacemos honorable el trabajo legislativo.

Así se dedicaría el presupuesto nacional a erradicar pobreza y atraso acumulado por 88 gobiernos corruptos y torpes como los de Duque y sus antecesores, especialmente desde 1890, cuando se dio la hegemonía conservadora espantosa de fin del siglo XIX e inicios del XX.

Y podremos pacificar el país, por fin, para morir de viejos, como debe ser…

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