A pesar de que nuestra Constitución Política en su artículo 249 establece que el Fiscal General de la Nación será elegido por un periodo de 4 años, por la Corte Suprema de Justicia, de terna enviada por el presidente, hemos evidenciado un choque de trenes y un rifi-rafe que le hace daño a la institucionalidad por la demora en la elección del Fiscal.
La norma es clara y categórica corresponde al presidente escoger y remitir la terna para la escogencia del fiscal, entonces, no entendemos por que ahora pretenden justificar la demora de la elección, dejando entrever que el presidente busca un fiscal cercano, de bolsillo, que pueda manipular para tener a su servicio todo su aparato a su disposición y lo beneficie en las investigaciones que tengan su círculo cercano.
Esta conjetura es descabellada, toda vez que si el presidente es quien envía la terna, cualquiera que sea la elección, es de la confianza y beneplácito del presidente quien fue quien envió su nombre para que fuera elegido, entonces para evitar esta situación en vez de manipular y demorar la elección lo que se debe presentar es un acto legislativo que modifique la constitución y permita la escogencia y elección del fiscal de manera independiente, acorde a sus capacidades y méritos, lo que podría ser por medio de concurso público.
Si un Fiscal tiene un periodo constitucional preestablecido por nuestra norma de normas, como es posible que la honorable Corte Suprema de Justicia no elija oportunamente el Fiscal, más cuando el presidente desde el 26 de septiembre postulo su terna, ahora acabado el periodo, los magistrados pongan trabas y busquen excusas para elegir, o acaso buscan prolongar el periodo del anterior fiscal bajo la figura del encargo de una de sus subalternas, o pretender garantizar la continuidad de sus familiares o cuotas en la fiscalía.
Colombia requiere cambios de fondos, no podemos seguir permitiendo que la fiscalía general quien está obligada a adelantar la acción penal y los órganos de control, quienes son los encargados de garantizar el control disciplinario, defender al pueblo y el control fiscal, sigan siendo ternados y elegidos por los funcionarios que deben investigar.
Es hora que exista una auténtica independencia, unos verdaderos pesos y contra pesos que eviten el abuso de poder, que nos permitan avanzar hacia un buen puerto, garantizando la democracia, el eficiente y transparente manejo de los recursos públicos, que consolide y haga posible que el estado social de derecho que establece nuestra constitución no sea letra muerte y se convierta en una realidad social.
Es por ello, que debemos respetar la constitución y las leyes, sin importar las diferencias ideológicas, la institucionalidad debe estar por encima de los intereses particulares y de ideas políticas, solo asó lograremos crecer como sociedad, como nación y establecer las bases para un mejor país, equitativo, con oportunidades y plenas garantías para todos.